La búsqueda de libertad ha sido una
constante en la historia Latinoamericana. Desde el proceso de invasión del
europeo hacia las tierras americanas, ha surgido una tensión entre bandos que
buscan absolutizar sus principios ideológicos. Cada grupo que a lo largo de la
historia americana ha intentado imponer sus ideologías, siempre ha encontrado
obstáculos que le impiden realizar sus estrategias libremente. Considero que
para entender este fenómeno es importante conocer la naturaleza del ser humano. Puesto que
pareciera ser que la sed de voluntad de poder es intrínseca a la naturaleza
humana. Según se puede observar en los acontecimientos suscitados a lo largo de
nuestra historia.
Si bien es cierto que el conocimiento de histórico que el sistema
educativo transmite a la juventud, están orientados a mostrar sólo una
pequeña parte de la historia, historia
que ha sido protagonizada por los sectores que han dominado de manera absoluta
o despótica a la colectividad. Según los estudios filosóficos que he recibido,
es posible desde una perspectiva objetivista y
crítica, reinterpretar la historia desde los sucesos que son
perceptibles en nuestra realidad. Esta reinterpretación de la historia es
objetivista, porque al observar el panorama imperante en la actualidad, se
observa que el “capitalismo” ha sido una constante que a arrollado con todo lo
que ha encontrado en su paso.
El «capitalismo» se trasluce como
el sumo bien que viene a cambiar la vida de la humanidad, como el culmen de la
civilización moderna, pero realmente estas propuestas no son beneficiosas para
la humanidad, en su totalidad. La idea capitalista ha estado presente desde los
primeros colonizadores, con la idea de civilizar al indio. Pero desde los
primeros acontecimiento colonizadores el deseo de libertad se ha hecho presente
y se ha manifestado con el “liberalismo” buscando la libertad para la
colectividad.
En
Latinoamérica, el «capitalismo» tiene sus representantes, quienes son
encargados no solo de promover el capitalismo, sino que ejecutar las
estrategias que llevaran al florecimiento del «capitalismo», el representante
del «capitalismo» es el «Estado». El «Estado»
que según E. Debés, es herencia de los colonizadores españoles, quienes basados
en una estructura legislativa europea legitimizaron en las culturas
latinoamericanas sus mismas formas de gobierno.
El «Estado» es quien el pueblo lo ha
elegido, para tomar decisiones como representante del pueblo. Las decisiones
deben ser por y para el pueblo. En la actualidad es caso contrario, en especial
en los países latinoamericanos. El «Estado» se ha convertido en el objeto
manipulado por los «empresarios» quienes han hecho del «Estado» el eje para
resguardar sus intereses. De ahí que el caos que impera dentro de dicha
institución, no es más que un forcejeo, entre perros y gatos (por decirlo de
una manera educada) quienes luchan por sus propios intereses.
A simple vista la situación social en la
actualidad, puede plantearse para los capitalistas, modernistas y políticos,
como un fenómeno natural. El cual se puede ilustrar con la cadena alimenticia
en el reino animal. La cadena alimenticia se establece en orden jerárquico,
aquel animal que por naturaleza ha sido dotado de más destrezas físicas se
alimenta del más pequeño y débil. La tendencia actual de la humanidad parece
estar siguiendo estos principios. La compasión hacia aquel más necesitado se
está desvaneciendo, el valor de respetar la vida del ser humano se ha perdido.
Lo peor del caso es que, ésta tendencia inhumana se normalice e incluso se
legitime como algo normal y natural a lo que el hombre está llamado a realizar.
Si se llegase a considerar como natural esta tendencia actual, el hombre se
convertiría en un “lobo para el propio hombre” (Hobbes). La única variante
sería que, el hombre no devoraría literalmente al otro hombre, pero si lo haría
de una manera más cruel, utilizando elementos como: capitalismo, socialismo,
comunismo, liberalismo, mercantilismo, etcétera. Utilizar estas ideologías
determina la existencia del hombre un una esclavitud sin fin, condenando al
resto de generaciones a la misma situación.
El esclavo, el
indígena latinoamericano. Una de las primeras contradicciones que surgían entre
los mismos invasores, España e Inglaterra, era la crítica de los ingleses hacia
las estrategias utilizadas por los españoles de sometimiento a la esclavitud del indio latinoamericano,
considerando sus estrategias con falta de visión. La propuesta de parte de
Inglaterra, utilizar al indio como oportunidad de crecimiento económico, medio
productivo y la apertura al mercado.
La propuesta que E. Debés, considera
acerca del capitalismo y modernidad como medios de denigran la existencia del
hombre latinoamericano y, el «Estado» como medio para resguardar los intereses
propios del capitalismo y modernismo, es una búsqueda ambiciosa e
individualista, que pretende abarcar todo el territorio posible, convirtiéndolo
en un medio que sirva para la producción mercantilista.
Ante esta situación N. Maldonado propone
al mismo tiempo, que la descolonización debe ser la estrategia que liberara al
hombre latinoamericano de esta situación imperialista del capitalismo que ha sido
introducido a América, en búsqueda de riquezas naturales y humanas.
La esclavitud que experimenta el hombre
latinoamericano en la actualidad, es más terrible que la que experimentó al
inicio de la invasión española. Puesto que el esclavo en la antigüedad era
cuidado por el amo, ya que, si el esclavo se enfermaba, representaba una
perdida para el amo, puesto que formaba
parte de su patrimonio. En la actualidad la esclavitud del capitalismo, el
«trabajador» no es de interés para el patrón, puesto que si enferma el
«trabajador» o bien muere, puede ser fácilmente reemplazado por otro.
Para
salir de esta situación el cambio de mentalidad es importante. Porque a lo
largo de cinco siglos, se ha manipulado la mentalidad del hombre
latinoamericano, haciéndolo caer en una dependencia inexistente. Puesto que es
impuesta por el europeo, quien se beneficiara de que el hombre latinoamericano
sea dependiente, ya que generara producción y consumo del mismo producto.
Tomando
esta situación como un problema real y preocupante, en hombre latinoamericano
debe ser consciente de éste laberinto de mentiras en que ha sido encaminado y
del cual debe salir. Para esto será necesario descolonizar la mentalidad del
hombre latinoamericano, y empezar a buscar su propio fundamento que le permitan
desarrollar su vida de manera que se identifique con sus propias raíces.
Para
esto es necesario que el filósofo latinoamericano logre descubrir los
fundamento de la mentalidad del hombre latinoamericano, y de esta manera
ubicarse en un plano propio y que se respeten los derechos de la vida de la
persona, siendo igualitarios, trabajando juntos por el beneficio colectivo, sin
individualizaciones.
Considero que A. Girault, proporciona
algunas ideas que permiten fundamentar nuestra propia forma de legislarnos,
dice: “para los indígenas de nuestras colonias, sus costumbres constituyen sin
duda la mejor legislación ya que es la más apropiada situación”
Ante esta propuesta, es evidente que en
Latinoamérica la multiculturalidad identifica cada país. Entonces el papel del
filósofo latinoamericano debe enfocarse
en profundizar la manera de crear medios que permitan a las culturas
latinoamericanas a vivir desde su propio entorno, sin necesidad de recurrir a estructuras
ajenas a las suyas.
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