lunes, 29 de octubre de 2012

PERCEPCIÓN DE LOS PRIMEROS RAYOS DEL CREPÚSCULO LATINOAMERICANO


     La búsqueda de libertad ha sido una constante en la historia Latinoamericana. Desde el proceso de invasión del europeo hacia las tierras americanas, ha surgido una tensión entre bandos que buscan absolutizar sus principios ideológicos. Cada grupo que a lo largo de la historia americana ha intentado imponer sus ideologías, siempre ha encontrado obstáculos que le impiden realizar sus estrategias libremente. Considero que para entender este fenómeno es importante conocer  la naturaleza del ser humano. Puesto que pareciera ser que la sed de voluntad de poder es intrínseca a la naturaleza humana. Según se puede observar en los acontecimientos suscitados a lo largo de nuestra historia. 

     Si bien es cierto que el conocimiento de histórico que el sistema educativo transmite a la juventud, están orientados a mostrar sólo una pequeña  parte de la historia, historia que ha sido protagonizada por los sectores que han dominado de manera absoluta o despótica a la colectividad. Según los estudios filosóficos que he recibido, es posible desde una perspectiva objetivista y  crítica, reinterpretar la historia desde los sucesos que son perceptibles en nuestra realidad. Esta reinterpretación de la historia es objetivista, porque al observar el panorama imperante en la actualidad, se observa que el “capitalismo” ha sido una constante que a arrollado con todo lo que ha encontrado en su paso. 

     El «capitalismo» se trasluce como el sumo bien que viene a cambiar la vida de la humanidad, como el culmen de la civilización moderna, pero realmente estas propuestas no son beneficiosas para la humanidad, en su totalidad. La idea capitalista ha estado presente desde los primeros colonizadores, con la idea de civilizar al indio. Pero desde los primeros acontecimiento colonizadores el deseo de libertad se ha hecho presente y se ha manifestado con el “liberalismo” buscando la libertad para la colectividad.

     En Latinoamérica, el «capitalismo» tiene sus representantes, quienes son encargados no solo de promover el capitalismo, sino que ejecutar las estrategias que llevaran al florecimiento del «capitalismo», el representante del «capitalismo» es el «Estado».  El  «Estado» que según E. Debés, es herencia de los colonizadores españoles, quienes basados en una estructura legislativa europea legitimizaron en las culturas latinoamericanas sus mismas formas de gobierno.

     El «Estado» es quien el pueblo lo ha elegido, para tomar decisiones como representante del pueblo. Las decisiones deben ser por y para el pueblo. En la actualidad es caso contrario, en especial en los países latinoamericanos. El «Estado» se ha convertido en el objeto manipulado por los «empresarios» quienes han hecho del «Estado» el eje para resguardar sus intereses. De ahí que el caos que impera dentro de dicha institución, no es más que un forcejeo, entre perros y gatos (por decirlo de una manera educada) quienes luchan por sus propios intereses.

     A simple vista la situación social en la actualidad, puede plantearse para los capitalistas, modernistas y políticos, como un fenómeno natural. El cual se puede ilustrar con la cadena alimenticia en el reino animal. La cadena alimenticia se establece en orden jerárquico, aquel animal que por naturaleza ha sido dotado de más destrezas físicas se alimenta del más pequeño y débil. La tendencia actual de la humanidad parece estar siguiendo estos principios. La compasión hacia aquel más necesitado se está desvaneciendo, el valor de respetar la vida del ser humano se ha perdido. Lo peor del caso es que, ésta tendencia inhumana se normalice e incluso se legitime como algo normal y natural a lo que el hombre está llamado a realizar. Si se llegase a considerar como natural esta tendencia actual, el hombre se convertiría en un “lobo para el propio hombre” (Hobbes). La única variante sería que, el hombre no devoraría literalmente al otro hombre, pero si lo haría de una manera más cruel, utilizando elementos como: capitalismo, socialismo, comunismo, liberalismo, mercantilismo, etcétera. Utilizar estas ideologías determina la existencia del hombre un una esclavitud sin fin, condenando al resto de generaciones a la misma situación. 

     El esclavo, el indígena latinoamericano. Una de las primeras contradicciones que surgían entre los mismos invasores, España e Inglaterra, era la crítica de los ingleses hacia las estrategias utilizadas por los españoles de sometimiento  a la esclavitud del indio latinoamericano, considerando sus estrategias con falta de visión. La propuesta de parte de Inglaterra, utilizar al indio como oportunidad de crecimiento económico, medio productivo y la apertura al mercado.

     La propuesta que E. Debés, considera acerca del capitalismo y modernidad como medios de denigran la existencia del hombre latinoamericano y, el «Estado» como medio para resguardar los intereses propios del capitalismo y modernismo, es una búsqueda ambiciosa e individualista, que pretende abarcar todo el territorio posible, convirtiéndolo en un medio que sirva para la producción mercantilista.

     Ante esta situación N. Maldonado propone al mismo tiempo, que la descolonización debe ser la estrategia que liberara al hombre latinoamericano de esta situación imperialista del capitalismo que ha sido introducido a América, en búsqueda de riquezas naturales y humanas.


     La esclavitud que experimenta el hombre latinoamericano en la actualidad, es más terrible que la que experimentó al inicio de la invasión española. Puesto que el esclavo en la antigüedad era cuidado por el amo, ya que, si el esclavo se enfermaba, representaba una perdida para el amo, puesto  que formaba parte de su patrimonio. En la actualidad la esclavitud del capitalismo, el «trabajador» no es de interés para el patrón, puesto que si enferma el «trabajador» o bien muere, puede ser fácilmente reemplazado por otro.

      Para salir de esta situación el cambio de mentalidad es importante. Porque a lo largo de cinco siglos, se ha manipulado la mentalidad del hombre latinoamericano, haciéndolo caer en una dependencia inexistente. Puesto que es impuesta por el europeo, quien se beneficiara de que el hombre latinoamericano sea dependiente, ya que generara producción y consumo del mismo producto.

Tomando esta situación como un problema real y preocupante, en hombre latinoamericano debe ser consciente de éste laberinto de mentiras en que ha sido encaminado y del cual debe salir. Para esto será necesario descolonizar la mentalidad del hombre latinoamericano, y empezar a buscar su propio fundamento que le permitan desarrollar su vida de manera que se identifique con sus propias raíces.
      Para esto es necesario que el filósofo latinoamericano logre descubrir los fundamento de la mentalidad del hombre latinoamericano, y de esta manera ubicarse en un plano propio y que se respeten los derechos de la vida de la persona, siendo igualitarios, trabajando juntos por el beneficio colectivo, sin individualizaciones.

     Considero que A. Girault, proporciona algunas ideas que permiten fundamentar nuestra propia forma de legislarnos, dice: “para los indígenas de nuestras colonias, sus costumbres constituyen sin duda la mejor legislación ya que es la más apropiada situación”
Ante esta propuesta, es evidente que en Latinoamérica la multiculturalidad identifica cada país. Entonces el papel del filósofo latinoamericano  debe enfocarse en profundizar la manera de crear medios que permitan a las culturas latinoamericanas a vivir desde su propio entorno, sin necesidad de recurrir a estructuras ajenas a las suyas.


















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