LA FILOSOFÍA DEL BARROCO Wilson Lemus

LA FILOSOFÍA DEL BARROCO                                   Wilson Oswaldo Lemus del Cid

Este ensayo tratará sobre la filosofía del barroco. Su autor es Samuel Arriarán. Primero haré un breve resumen del texto, luego algunos elementos centrales del mismo y mas tarde un crítica constructiva.

El barroco no es una etapa de la historia que se reduce al arte. No son aquellas esplendidas iglesias y monumentos que se hicieron en esta época. Tampoco es la música producida en este periodo, ni la contrarreforma iniciada con los jesuitas. Mucho menos son las pinturas que datan aquel tiempo. Sino que es algo más. Es una etapa en donde se revalora la filosofía y las ciencias sociales. El barroco es algo inquietante y perturbador. Es un horror al vacio. Hay muchos que han interpretado el barroco desde la postmodernidad.

Los cubanos Lezama Lima y Severo Sarduy reflexionan sobre el barroco latinoamericano y su relación con el barroco europeo. Relaciones no sólo en cuanto al arte sino también en cuanto a la filosofía.  Para Lezama Lima Latinoamérica es eminentemente barroca. Un ejemplo claro en nuestro contexto es la ciudad colonial de Antigua Guatemala que es totalmente barroca.  La misma interpretación hace en Argentina Juan Carlos Scannone y Carlos Cullen. En los años setenta hacen algunos estudios referentes al barroco latinoamericano, a partir de las tesis de Ricoeur y Nietzsche. Ellos opinaron que era mejor preguntarse por el estar y no por el ser relacionándolo con la cultura y la sabiduría popular.

Los chilenos Carlos Cousiño y Pedro Morandé hacen la misma interpretación pero en relación con la religiosidad. Ellos pensaban que en Latinoamérica el lugar para el barroco no estaban en los cafés ni en los clubes, sino en el teatro y en las fiestas populares religiosa. Nuevamente en Guatemala tenemos ejemplos como la tradición de las posadas y las procesiones de semana santa. Estos son espacios donde la fe sale  a las calles. Bolívar Echeverría hace también una interpretación del barroco. Contextualizándolo con la historia, el barroco confluye en cien años (aproximadamente), con la ilustración. Es en este período donde se dan las revoluciones francesa y estadounidense. Pero el dice que la iglesia debe permanecer fuera de la política. Cuando negamos la modernidad ilustrada estamos negando los aspectos simbólicos, hermenéuticos y éticos del barroco.

Igualmente hace una interpretación Beuchot y Arriarán. El dice que el barroco latinoamericano no es europeo, no nos interesa la escritura sino la imagen. Nuestro barroco sería lo sensual pero se opone al orden de la razón. Sor Juana de la cruz  es la mejor poeta del barroco, en Latinoamérica. Ella hace una crítica al dogmatismo de San Agustín y de Santo Tomás. Pero también hace una crítica a  la forma de practicar la filosofía. Ella recurre al mito para demostrar que se puede abrir el texto a otras interpretaciones. Por dos cosas Juana de la Cruz goza de mucha importancia, por un lado goza de una posición innovadora en cuanto a filosofía. Por el otro su transgresión en el plano moral.  Juana de la Cruz hace filosofía desde el barroco. Porque combina símbolos, emblemas y alegorías de diferentes culturas como el “Neptuno alegórico” y el “primer sueño”.  Hay que subrayar su posición como mujer que reivindica el derecho a discutir asuntos teológicos reservados por la iglesia a los hombres. Este derecho es común a todas las mujeres porque tienen acceso al conocimiento universal. Sor Juana de la Cruz era una gran intelectual desde el campo de la lógica hasta la música, pasando por la física y la geometría.

Otro ejemplo del barroco son los pensadores andinos. Aquí aparecen dos pensadores de gran trascendencia el peruano José María Arguedas y el inca Garcilaso de la Vega. Ellos tratan de revalorizar su cultura. En Arguedas se puede observar la presencia de símbolos del mundo incaico, así como mitos no occidentales. Mientras que en la obra de de la Vega. Encontramos que los indígenas incas reclamaban el acceso al sacerdocio y a la jerarquía católica incluso llegar a formar una Iglesia católica inca. No lograron ni lo uno ni lo otro.

A modo de conclusión no es posible hacer historia del pensamiento barroco antes de Sor Juana. La filosofía barroca se inicia como una reacción ante el escolasticismo de un fraile dominico. Igualmente el pensamiento barroco tampoco se reduce al pensamiento cristiano y por eso no tiene nada que ver con la teología. El pensamiento barroco no se reduce a algo individual  sino que es algo cultural.

Lo central de este ensayo es el barroco no únicamente reducido al arte, la música, la poesía. Sino que es algo más que esto, es una nueva forma de ver la filosofía y la ciencia. Surgen varios pensadores latinoamericanos que reinterpretan el barroco y lo introducen en su cultura. Hay cubanos, argentinos, incas, chilenos, entre otros. La religiosidad popular como las tradiciones de semana santa y las posadas navideñas son ejemplo claro del barroco. Una mujer que incursiona en la filosofía, literatura, poesía, teología, y ella era Sor Juana de la Cruz que viene como la  principal exponente del barroco latinoamericana. También los incas trataron de hacer su interpretación del barroco.

Mi crítica constructiva hacia la  filosofía del barroco es considerara a Latinoamérica como productora de barroco, valga la redundancia. No el que se dio en Europa ni en los países desarrollado. Sino un barroco original y que tiene como punto de origen a estas tierras latinoamericanas. El barroco latinoamericano no es reducido solamente al arte, tampoco a la escritura, sino que también se refiere a la filosofía. Que tiene su culmen en Sor Juana de la Cruz. Además es una mujer, y no solo hace filosofía, también teología, estudia física, arquitectura, entre otras ciencias. Ella sienta las bases del derecho a que las mujeres puedan tener acceso al conocimiento universal.  Ella es una gran poeta, en donde muestra también la filosofía que ella seguía.

Latinoamérica no es sólo la tierra en donde la espada conquistó. También es la tierra donde ya entrada la colonia existieron grandes literatos y filósofos y de manera excepcional Sor Juana de la Cruz. Es importante de resaltar el esfuerzo que se hace por interpretar el barroco en diferentes países de Latinoamérica.