Ferdy Francisco Salazar
Sobre el pensamiento
latinoamericano
¿Pensamiento
o filosofía?
“La filosofía primera es eminentemente práctica”.
Ante
esta tesis de Antonio González, iniciaré mi ensayo. Con él no quiero confundir,
ni mucho menos, el texto con el que él expone sus argumentos sobre “El Punto de
Partida de la Filosofía”. Tampoco me detendré a dar o hacer una crítica sobre
su texto; y si lo hago no es esa mi intención.
El
objetivo de mi ensayo es partir de esta conclusión. Es decir, desde su postura
en cuanto “que el tema de la filosofía
primera no es una metafísica del ser, como pensaría Aristóteles, pero tampoco
una descripción de las evidencias apodícticas de la subjetividad”. Y más
que partir de ello, puede que sea un complemento. Claro está, desde mi punto de
vista.
En
cuanto a lo que se hace llamar “filosofía Latinoamericana”, no sé si es un
pensamiento o una verdadera filosofía, considerando la postura de Ramaglia;
éste sostiene que la filosofía latinoamericana es una contribución al conjunto de pensamiento que ya se tiene. O
puede que, como también afirma, sea una unión de dos culturas, América y Europa.
A
mi modo de ver, puede que sean las dos y ninguna. Primero, porque verdaderamente
ha sido una contribución y desde ésta, una unión de los dos mundos,
Europa-América. Segundo, puede que no sea ninguna. Considero que el hacer filosofía no es una
facultad que le pertenezca sólo a un determinado grupo de personas. Como
tratando de delimitarla a un grupo lingüístico. Considero también que cuando se
habla de filosofía latinoamericana es porque, al igual que en Europa y en todo
el mundo, hay personas que piensan y no sólo esto, también reflexionan desde
este pensar y que actúan conforme a su modo de ser. Y no desde el modo de ser
hegemónico.
En
este punto, hago mención, también, sobre un modo propio de ver el actuar de las
personas. Es decir, a diferencia de los griegos que enfocaban su pensamiento (filosofía), sobre la Fisis, el pensamiento o filosofía latinoamericana pone su enfoque en un lugar específico, (pueblo, raza, etc. En su significado más
común). Esto, sin embargo, no deja de lado la grande aportación del mundo
occidental hacia ésta. La forma sistemática y estructurada que esta ha logrado
desde los antiguos griegos hasta nuestros tiempos, y con la llegada al nuevo
mundo, a América, ha hecho de la
filosofía latinoamericana, un verdadero filosofar.
Cabe
hacer la pregunta ahora, ¿es o no una auténtica filosofía, el pensar
latinoamericano? Es necesario explicitar qué se entiende como filosofía y como
pensar y el por qué debe ser auténtico.
Primero,
a mi modo de ver, (y digo, a mi modo de ver, puesto que no es algo científico
sino un modo propio de ver las cosas) el término de filosofía no es sino una
facultad propia de aquel o aquella que se atreve a reflexionar y criticar la
realidad, de un modo diferente como lo hacen los demás; el pensar, por otro
lado, es una facultad que tiene toda persona, (es propia del homo sapiens). Y tercero, la
autenticidad, en su significado más común; el de gozar de validez, es decir, en
este caso, no ser como las demás filosofía.
Un
paso más. Ante la pregunta que si es o no un auténtico filosofar el que se hace
en Latinoamérica, no me queda más que, (por
el hecho de ser el pensar propio del ser humano y el filosofar una facultad de
muchos), decir, que el pensamiento latinoamericano es un modo propio de hacer
filosofía.
Me
detengo ahora sobre la tesis primera, “la filosofía latinoamericana es una
filosofía eminentemente práctica”, con todo el peso de la carga de la reflexión
que Antonio González hace en el texto. El pensar filosófico de Latinoamérica no
es otra cosa más que una verdadera práctica. Y no me refiero aquí al modo de
pensar propio de los que han hecho filosofía, provenientes de otros países. Me
refiero a aquellos, que desde la cotidianidad
de la vida se atreven a reflexionar sobre la realidad. No como un
problema de filosofía griega, sino como un problema de su entorno. Por más que
esto parezca un tema de sociología, es un verdadero problema, (desde mi punto
de vista), de la filosofía.
Si
hubiera que ponerle un nombre a esta filosofía, me atrevería a decir que es “una filosofía caminante, ambulante, quizá”,
pues es tan común que no necesita ser notoria para darse cuenta que existe. Y a
esto agrego la tesis final, a propósito de cuál es el punto de partida de la
filosofía, que Antonio González llega, sosteniendo que este punto no es la
metafísica del ser o de la subjetividad, “sino que es la filosofía política
entendida como filosofía de la acción”.
Para
finalizar, advierto que mi postura puede ser, incluso, una contradicción con lo
que el texto plantea. Es decir en el buscar el punto de partida de la
filosofía. Sin embargo, esto es sólo un intento por tratar de reflexionar, no
su punto de partida, sino en dónde se ubica ese punto de partida. Esto es en el
sujeto que la hace; y a mi modo de ver es en aquel o aquella que actúa, desde
su cotidianidad, y se aventura a reflexionar sobre su ago (actuar) de cada momento. En fin, su análisis puede ser
duramente criticado, y lo acepto. Considero que este planteamiento es una tarea,
verdaderamente, abierta.
Ferdy, considero que tu reflexión es muy buena en el sentido de que partís de aspectos que conoces por lo visto en clases. Es de manera parecida lo que el pensamiento filosófico hace en nuestros países, ningún filosofo parte de la nada, en su mayoría las posturas que han tenido parten de filosofías ya existentes. por eso no estoy de acurdo con tu postura pues bien claro o exponías citando algunos filósofos, por eso ha existido escuelas para formar pensamiento.
ResponderEliminarMelvin Elí Hernández Sánchez:
ResponderEliminarFerdy afirma una cosa importante que se va resaltando en el texto, que el pensamiento latinoamericano si es un método y una filosofía, también es un aporte filosófico global. Estoy de acuerdo con que el pensamiento latinoamericano es legitimo y resalta que el pensamiento latinoamericano es tiene un modo propio de hacer filosofía.
Al leer el comentario de Ferdy puedo ver como expone con forme al texto fuente, que la filosofía latinoamericana es eminentemente practica, y dice que parte de la realidad y la cotidianidad.
Comentaría sin menospreciar lo dicho que la filosofía latinoamericana es un aporte más al mundo. Estando yo viviendo en esta realidad latinoamericana no lo considero solo un aporte más, sino que me hace ver la realidad de modo mas iluminado y vivir más asemejado a esa realidad.