Biografía intelectual de Florencio Castillo
Carlos Hernán Lobo Espinal
El presbítero Florencio del
Castillo, nace en 1778 en el pueblo de Ujarrás. Desde los dos años de edad vive
en la que sería después la capital del país, la ciudad de San José. En este
lugar pasa su infancia y juventud, lugar que le abre no solamente horizontes en
cuanto a lo que observa sino también en lo que se refiere a las ideas. El hecho
de vivir la provincia más alejada, pobre y olvidada del Reino de Guatemala,
determinará su pensamiento.
Posteriormente ingresa en el
seminario Tridentino de San Ramón Nonato en León, Nicaragua, donde está la sede
episcopal a la que pertenece Costa Rica a nivel eclesiástico. Este seminario no
solamente es la segunda institución de educación superior en importancia en la
región, sino que está en su mejor momento en cuanto a calidad intelectual.
Recibe el fruto de las
reformas carbónicas y recibe una “ilustración
a la española”, preocupada por hacer de la educación uno de los motores del
progreso del imperio. Otro canal de la transformación son los obispos de corte
ilustrado que son nombrados en esta época, los cuales promueven la educación y
crean varias cátedras novedosas.
En esta institución no solo
recibe las materias necesarias para ordenarse sacerdote y a las que se le debe
su cristianismo humanizador. Florencio es depositario de una formación que le
permite obtener un bachillerato en filosofía y otro en canónico. Estudiar
derecho canónico en aquel momento, implica tener elementos básicos en derecho
civil, materias que le permitirán tener una formación adecuada para entender y
desarrollar su responsabilidad como diputado en un congreso tan novedoso como
las Cortes de Cádiz.
En lo referente a la
Filosofía, ocupa de lo que tradicionalmente entendemos por ella, pero,
abarcando las diferentes ramas de las matemáticas y de la física. Esta materia
le ofrece, entonces, un marco científico que también le sirve en su tarea
parlamentaria.
Además de este proceso de
formación, ejerce por dos años y dos meses de experiencia pastoral en la población
de Alajuela en Costa Rica. Ejerce por un año como maestro de la escuela de
primeras letras de la ciudad de León, Nicaragua. Ejerce también los puestos eclesiásticos
como fiscal de la diócesis y examinador sinodal.
Antes de la experiencia
pastoral en Costa Rica, de manera interina imparte la catedra de filosofía y es
llamado de nuevo a Nicaragua en 1808, para asumir en propiedad la misma cátedra.
Por las evidencias que quedan de su tarea como catedrático, se puede determinar
que estuvo a la altura de los tiempos, ocupándose de enfatizar en sus lecciones
las matemáticas y la física.
De sus exámenes se observa en
el periódico guatemalteco La Gazeta de
Guatemala que “si se pusiesen a su lado los de igual clase de otras
universidades, sin exceptuar algunas de las más acreditadas, no dejarían de
resultar sus ventajas de la comparación”.
A esta formación intelectual y
académica hay que sumar los aportes de la realidad política y económica que
observa en su país y en Nicaragua donde vive durante diez años. Todo esto le da
una rica y muy completa visión política que es clave para interpretar su
posición y la de Centroamérica en el proceso de las Cortes de Cádiz.
El presbítero Florencio Castillo destacó, además, como presidente, secretario y activo parlamentario de
las Cortes españolas, donde se redactó la Constitución de Cádiz de 1812. Por
los derechos individuales que consignaba (como la libertad de imprenta y la
libertad de expresión), esta constitución sería el documento jurídico destinado
a regular el desarrollo político de las colonias españolas en América y una
importante inspiración para los movimientos de independencia de las colonias
que culminarían en 1821 con la emancipación de Centroamérica.
Referencias
Biografías y Vidas, 2004-2015. (s.f.). biografiasyvidas.com. Obtenido de
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/castillo_florencio.htm
Viale, C. S. (s.f.). Users/Frailes/Downloads/Dialnet. Obtenido
de
file:///C:/Users/Frailes/Downloads/Dialnet-UnCostarricenseEnLaCortesDeCadiz-4588172.pdf
Semblanza bastante completa, a no ser porque no da noticia de sus obras... ¿O no escribió nada?
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