lunes, 3 de septiembre de 2012

PENSAMIENTO MAYA Y NAHUATL: Diferencias y similitudes.

PENSAMIENTO MAYA Y NAHUATL
DIFERENCIAS Y SIMILITUDES

Desde antes de la época de la conquista las culturas indígenas de América estaban organizadas culturalmente y regidas en su propia línea de pensamiento. Gran parte de este pensamiento es  considerado como pensamiento filosófico.

Dentro de un territorio relativamente corto aparecen presentes dos culturas que, a partir del siglo VI o VII d.C., se encuentran presente dentro de un mismo período. Estas son la cultura Maya y Náhuatl. Ambas tienen su propia cultura, su idioma, su  pensamiento, etcétera.

Algo interesante es que dentro del pensamiento de la cultura Maya y de la cultura Náhuatl se encuentran ciertas similitudes en algunas concepciones. Podría intuirse que una cultura influyó en la otra, o que en un intercambio cultural se fueron dando asimilaciones culturales. Todo esto forma una incógnita.

El objetivo de este ensayo es presentar justamente en qué difieren y en que concuerdan los pensamientos Mayas y Náhuatl, especialmente aquellos pensares colocados dentro de la filosofía. Los conceptos que se determinarán giraran en torno a tres puntos generales que, a lo largo del camino filosófico, han sido reflexionados desde diversos puntos de vista. Estos son: Dios, hombre y mundo.

En el primer punto se determinará las concepciones en torno a los dioses o a la divinidad. Hay que aclarar que estas culturas indígenas no son idólatras como muchos las consideran, especialmente sobre la cultura maya, si no que consideran que el espíritu de un dios se posa sobre algún objeto inanimado durante algún rito, pero luego desaparece de allí para manifestarse en otro lugar. Mercedes de la Garza lo manifiesta así: “las múltiples imágenes de los dioses son representaciones simbólicas de las entidades divinas invisibles que encarnaban en esos objetos sagrados durante los ritos para recibir las ofrendas de los hombres y lo abandonaban al terminar estos, para manifestarse en otros seres del cosmos” (pág. 102).

Entre los mayas y los nahuas las similitudes que se encuentran dentro de la concepción de la divinidad son:
1.    Ambos tienen la concepción de la divinidad como una fuerza creadora del cosmos y del hombre.
2.    Sus dioses no son considerados como fuerzas absolutas y unitarias. Concebían a los dioses como uno y múltiple a la vez. Son dioses duales que los representan como masculino y femenino a la vez.

En esta misma concepción difieren estas dos culturas en los siguientes puntos:
1.    Los mayas representan a los dioses como figuras antropozoomorfas (imágenes con forma humana, animal y planta a la vez). Además estas divinidades son seres que se equivocan, por lo tanto tienden a destruir su creación y volverla a realizar. Estos dioses dependen del hombre, porque ellos son los que le proporcionan alimento por medio de su sangre. Estas divinidades crearon al hombre y al mundo por medio de la palabra, aspecto fundamental en su pensamiento, pues la palabra es el poder creador y motor de las cosas.
2.    Entre los nahuas no aparecen considerados estos puntos. Para ellos el dios supremo es Ometéotl, dios de la dualidad. Ellos consideraban también en que los dioses destruían sus creaciones, pero esto por luchas cósmicas entre ellos.

En un segundo punto, la reflexión sobre la humanidad, sobre el hombre. Estos tienen también muchas similitudes entre sí, pero la más esencial es que en ambas culturas se reconoce que el hombre es creado por los dioses. Aunque difieren las versiones de la creación del hombre.

Las diferencias entre ellos en este punto son:
1.    Los mayas consideraban que la finalidad del hombre es la manutención de los dioses con su sangre. Los dioses necesitan del ser humano para poder vivir, porque ellos son los que los alimentan. El hombre es el centro del universo, porque todos los seres, inclusive lo dioses, tienen algo del hombre. Mercedes de la Garza lo explica de la siguiente forma: “todos los seres, incluyendo a los dioses, tienen un espíritu semejante al del hombre (por eso los dioses se representan también en forma humanizada); todos poseen voluntad, actúan como el hombre y comparten el destino de nacer, vivir y morir” (pág. 114). Y por último los mayas concebían que el hombre tiene un alter ego animal, con el cual comparten un mismo destino.
2.    Los nahuas no reflexionan sobre el hombre como tal, sino sobre el existir humano. Reconocen, como ya se ha dicho, que estos fueron creados por los dioses. Pero el existir humano radica en su corazón, ya que éste representa el sentido de fuente y aliento de vida, siendo el corazón lo más íntimo del ser. Podría pensarse que el corazón es como el motor el existir humano, la vida entera radica en el palpitar del corazón, pero en él se encuentran también las intenciones y sentimientos del hombre.

En el tercer punto se determinará las reflexiones acerca del mundo. Este punto es muy interesante, ya que tiene mucha similitud general en su pensamiento, aunque difieren en las posiciones y los números que utilizan. En este sentido surge la pregunta ¿Qué significado tendrán para ellos los números? Considerando a los mayas como personas muy dotadas y versadas en la matemática y la astronomía, los números no son solo porque sí. Hay algunos que consideran que estos números tienen relación con el tiempo y el espacio que concebían los mayas; una relación específicamente con el calendario. Otra interpretación es de la presencia del número trece como número sagrado o número perfecto. Trece estratos del supramundo y los nueve estratos del inframundo mas los cuatro espacios del nivel terrestre suman trece. Otra idea es que el número trece es tomado del calendario maya y es considerado como el número sagrado que merece llevarlo el supramundo, y el número nueve es tomado a través de la estructura de los panales de las abejas, quienes lo construllen a base de nueve niveles.

Las similitudes que se encuentran en esta cultura sobre la concepción del mundo son:
1.    Ambas culturas conciben al mundo en división. El plano terrestre como una plancha plana. El supra mundo dividido en estratos o pisos como una pirámide. Igualmente el inframundo dividido en capas o pisos como una pirámide inversa.
2.    La parte terrenal está dividido en cuatro sectores, determinados por colores. En este punto Mercedes de la Garza lo explica diciendo: “El cuatro o la cuadruplicidad que a nivel universal tiene un rico simbolismo, pues además de su relación con los puntos cardinales, está asociado a las fases de la Luna, las cuatro estaciones, los cuatro momentos principales del día y las cuatro edades de la vida humana” (pág. 101).

En estos mismos puntos difieren el pensamiento Maya y Náhuatl, y las diferencias se encuentran establecidas en pequeños detalles; es decir en los números que utilizan, los colores con que los relacionan y la posición o la estructura base de la tierra:

1.    Los mayas hicieron las divisiones pensando en una pirámide, por lo cual para el supra mundo determinaron que éste está dividido en trece estratos o niveles. El número trece es considerado como un número sagrado. Y de igual modo el inframundo dividido como una pirámide inversa en nueve estratos o niveles. En cambio los nahuas no colocan números en sus divisiones, solo afirman que el supra mundo y el inframundo está dividido verticalmente en pisos superpuestos arriba y abajo de la tierra.
2.    Los mayas concibieron la tierra como una plancha plana cuadrangular, dividido a su vez horizontalmente en cuatro sectores o rumbos que coinciden con el norte, sur, oriente y poniente. A cada cual le corresponde un color, siendo para el norte el blanco, para el sur el amarillo, para el oriente el rojo y para le poniente el negro. El negro simboliza también la sección del inframundo donde se encuentran los dioses de la muerte y la enfermedad. Para los nahuas el mundo terrestre es una isla dividida horizontalmente en cuatro cuadrantes representados por colores al igual que los mayas. La diferencia se encuentra en los colores: para el oriente el color blanco que simboliza la luz, la fertilidad y la vida; el norte representado por el color negro, donde están sepultados los muertos; el poniente simbolizado con el color rojo, donde se encuentra la casa del sol; y el sur representado con el color azul, donde se encuentra la región de las sementeras, es decir la región de las siembras.

En estos tres puntos que se han mencionado es importante recalcar la armonía que se encuentran o se deben encontrar en estos tres. Especialmente para el maya esto es fundamental, porque el maya pertenece al mundo porque se encuentra dentro de él y cohabita con él, de igual forma con las divinidades.

                                                                         José Alejandro Franco León

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