viernes, 18 de septiembre de 2015

Encuentro entre América y Europa

En el transcurso histórico que va desde la colonización, luego la ilustración hasta llegar a la llamada independencia de América, se destacan muchos pensadores anacrónicamente citados en las lecturas ya estudiadas. De entrada,  Enrique Dussel nos contextualiza en el siglo XVlll, siglo de la ilustración. Los europeos se consideran como el modelo de civilización humana; razón por la cual usan sus fuerzas colonizadoras en tierras nuevas para ellos. En muchas fuentes históricas  actuales aún se sigue llamando a América  como la nueva tierra descubierta; este predicado a criterio personal, sigue  conservando la misma visión europea en tiempos de la colonia, donde se consideraban la hybris o punto cero a la que hace alusión Dussel. Cuando en realidad debería llamarse el encuentro entre Europa y América.
La colonización española tenía otra razón que podría someterse a análisis y es la transmisión de la religión. El conocimiento  de un Dios adaptado a la época constituía uno de los objetivos de la evangelización, así como también  el pretender en principio  ilustrar a los indígenas. La última afirmación es difícil de sostener principalmente cuando empiezan a emerger los efectos de la colonia. Lo que parecía una nueva alternativa de cosmovisión para los indígenas, se convierte en un camino de instrumentalización y esclavitud de estos pueblos. Es decir, los supuestos portadores de la ilustración y con ello las ideas liberadoras (la imagen de Dios, civilización, cultura, etc.) se convierten en los nuevos dominadores.
Pero para hacer tal aseveración en la que se considera a los colonizadores como los nuevos dominadores, qué o quiénes eran entonces los antiguos dominadores de los indígenas. Dussel trae a colación la visión de Descartes, el cual dirá  que la experiencia corporal  obstaculiza la ilustración; por consiguiente, cuáles eran los conocimientos de los indígenas sino aquellos que partían de la pura experiencia,  situación que impedía desde esta concepción poder civilizarse, ya que estos podrían ser considerados empíricos e irracionales. Ahora bien, parafraseando a Kant en palabras de Dussel,  sostendrá que los indígenas en general, son el ayer de la ilustración, representan  el pasado de los blancos. En conexión con ambas posturas, los indígenas eran dominados por su ignorancia.
Teniendo otras perspectiva, José Cecilio  cita a Carlos l, quien  expresa en su diálogo con Carlos lll, la necesidad de hacer sentir al pueblo ignorante,  para poder implantar un reinado monarca, donde los privilegios solo se gozarían  por la alta nobleza y en el que los súbditos sin ilustración, conservaran una postura pasiva conformándose con lo mínimo. Por ende, creería que los colonizadores hacían sentir a los indígenas analfabetos culturales para poder someterlos a esclavitud fácilmente. Del Valle acude al pensamiento de Rousseau, y extrae de Él un argumento que se puede aplicar  a los indígenas que en cierto modo se sometieron a los colonizadores: Ceder a la fuerza no es un acto de voluntad sino de necesidad. La única alternativa inmediata de los indígenas pudo haber sido esta, la sumisión.
Finalmente, José Cecilio del valle describe una utopía americana, un tanto idealista. Percibo que se ha dejado llevar por sentimientos patrióticos. Es una especie de compensación por el daño ocasionado y, por tanto, se busca en teoría a engrandecer lo que ha sido pisoteado, corriendo el riesgo de aislarse de la realidad. Del valle dice lo siguiente: el alma del americano se elevará como la del europeo. Precisamente con esta idea  pareciera que quiere igualar  a América con Europa, y otra vez mas, quizás sin quererlo, Europa se convierte en el paradigma a seguir. Tomar en cuenta que tanto Europa como América son naciones y culturas distintas, y que ambas tienen algo que compartir es tarea nuestra.

Elaborado  por: José Aristides Escorcia García

Referencia bibliográfica:
Gómez S.C (2009). La ilustración del sigo XVIII EN G. M. Enrique Dussel, el pensamiento filosofico latino, del caribey “latino” (1300-2000) (PAG. 129-142) México XXI.



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