viernes, 18 de septiembre de 2015

Carlos Hernán Lobo Espinal
                                                        Latinoamérica en la conquista
Para comenzar quiero reafirmar las palabras de Dussel cuando dice que  “el descubrimiento de América no es la primera entrada de la conquista sino la presencia definitiva de la colonia”. El contexto de ese tiempo nos ubica en el apogeo de la modernidad que se estaba viviendo en Europa. Se rompe la subalternización de la visión orgánica del mundo y se adopta el sistema del mundo capitalista y la expansión colonial de Europa. La ciencia pretende ser como dios pero no logran observar como Dios. El colonialismo pretende tomar la postura de la ciencia para legitimar sus actos como “naturaleza”, que es posible manipular, moldear, disciplinar y civilizar, según criterios técnicos de eficiencia y rentabilidad.

El individuo colocado en el punto cero, tiene la capacidad de observar el comportamiento de las sociedades externas a él para decidir si son iguales, superiores o inferiores. La salida del  estado de naturaleza viene marcada por la inversión de dinero y la aparición del valor de cambio. Locke citado por Castro Gómez, pensaba que los “salvajes de América” tenían que ser colocados en una escala más baja de esa historia. Según Castro Gómez, la idea de fondo era erradicar otra visión que no favoreciera el capitalismo español. El individuo visto como parte de una máquina, es decir, si no funciona bien  hay que eliminarlo. Con todo esto se diría que quienes no adopten el sistema europeo serán considerados como razas inferiores por el hecho de no encajar con la mentalidad de la época.

Más razones que sustentan las afirmaciones antes mencionadas, es el pensamiento de Cecilio del Valle (obras escogidas tomo II). Su espíritu humanista a favor de los pueblos originarios, se pone totalmente en contra de los procedimientos utilizados por los conquistadores para adueñarse de territorios americanos. Los diálogos en donde hace hablar sobre algunos de los temas de su época, enfrenta a figuras importantes y los hace hablar sobre política, respeto, atraso, libertad, autonomía e igualdad. En el diálogo entre Carlos I  y Carlos III, Valle defiende la necesidad de desarrollo autónomo de América y se opone a España al imponer su dominio colonial. En el dialogo entre Cortés y Montesquieu en donde ambos discuten sobre  la guerra injusta contra los pueblos, el engaño de los conquistadores para quedarse con el oro y las riquezas del continente destruyendo los signos de las culturas, incluyendo la muerte de hombres y mujeres en nombre del rey y de Dios con la espada y la cruz.

En otro momento Valle encara a Colón con Rousseau y discuten sobre las agresiones contra América y la superioridad de la técnica europea, el irrespeto hacia la espiritualidad de los pueblos. Rousseau argumenta que la tiranía estaba respaldada por la iglesia porque la evangelización significó ignorancia ya que América desconocía la religión de España.

Algunas preguntas para pensar. Con todos los años que han transcurrido hasta la fecha, ¿Será que aun seguimos manteniendo la idea de colonialismo dentro de nuestra sociedad? ¿Nos hemos independizado de unas estructuras para apegarnos a otras? Con todo lo anterior, es conveniente mantener una postura que permita ser capaces de interpelarnos sobre estas nuevas y modernas formas de sometimiento que se van gestando dentro de nuestra sociedad.

Referencias
Dussel, E. Mendieta, E. Bohórquez, C. (2009). Filosofía, Ilustración y Colonialidad. En El pensamiento filosófico latinoamericano, del Caribe y "latino" (1300-2000): historia, corrientes, temas y filósofos (págs. 129-142). Madrid: Siglo XXI.
Valle, J. C. (2011). Obra escogida, (págs. 9-26) Tomo II. Guatemala: Tipografía Nacional (2011).



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