lunes, 7 de noviembre de 2016

RESEÑA: LA ADOLESCENCIA COMO EVASIÓN Y RETORNO

El ensayo  realizado por el doctor en filosofía y Ciencias de la  Educación, Juan José Arévalo Bermejo, se titula “LA ADOLESCENCIA COMO EVASIÓN Y RETORNO”. En ella se estudia el desarrollo que tienen las distintas etapas de la adolescencia. La cual sufre una curva integrada por dos líneas, una de “Evasión” y otra de “Retorno” que llevan al adolescente a formar su personalidad.  Enfatiza sobre todo la segunda línea, por considerarla poco estudiada. Al final de la tesis presenta algunas medidas que han de tomarse en base a una pedagogía llamada del “Retorno”. Así como la importancia de cambiar costumbres en la familia y la sociedad para priorizar esta etapa de la vida del adolescente.

En la primera parte de la tesis, fundamenta lo que se ha entendido por adolescencia, especialmente la edad en la que se considera que se dá esta etapa. Para ello hace referencia a varios psicólogos y  ensayistas que han tratado sobre el tema. Recalca que siempre se ha dado mayor importancia a los cambios  fisiológicos de la etapa, más no la los acontecimientos más profundos en la intimidad del adolescente. Es por ello que es de sumo interés priorizar estos en su tesis.

Como segundo punto importante, se encuentra lo que se da en la vida del adolescente, la “evasión”. El cual se inicia cuando el adolescente se encuentra con su sexualidad y todo ello le genera una incomprensión hacia  su entorno familiar, social y escolar. Esta ruptura con su entorno inicia con lo sexual pero en el camino se van sumando muchos otros factores. Se da  también la valoración del adolescente hacia su entorno, el cual resulta negativo y por ello busca “otro mundo”.

Un tercer momento en el trabajo investigativo de Juan José Arévalo, se habla del “retorno” del adolescente hacia su entorno, que se da como paso después de la evasión. Claro que para dar este paso requiere de varios momentos que le hacen llegar a una plena reconciliación con el mundo. Entre esos paso importantes se mencionan cuatro: el descubrimiento del yo, la elección del maestro, la pasión amorosa y un nuevo plan de vida.

Como punto final y a manera de frutos del proceso de evasión y retorno que el adolescente vive, la tesis presenta las “Bases para una pedagogía del retorno”. En ella se propone la importancia de que intervengan en una nueva forma de organizar la educación para los adolescentes los profesionales en la rama, dejando a un lado al Estado que no hace mucho. Enfatiza también el desarrollo de la educación juntamente con escuelas-talleres. Con ello se hace que la educación se desintelectualise  para involucrar a los adolescentes a que se sientan eficientes, que es el anhelo del joven para que pueda darse por completo el “retorno”.

Para Juan José Arévalo la palabra edad, dentro del contexto psicológico de la adolescencia y de la vida en general de la persona, debe ser utilizada desde “focos” o etapas. Porque no se puede dar un dato cronológico exacto de cuando empieza y cuando termina una determinada etapa de la vida, como es el caso de la adolescencia. Se puede decir que la adolescencia comienza cuando el niño y la niña adquieren conciencia sexual, y con ella cambios físicos pero también espirituales.

El adolescente entra en una dinámica de desolación, porque no encuentra respuesta a sus inquietudes sexuales y nadie le dice qué hacer. Qué hacer con su cuerpo, con su vida y con las presiones sociales de buscan una línea de comportamiento. Por ello surge el conflicto de querer todo de acuerdo a su manera de ver las cosas, es decir de acuerdo a sus conflictos. Quien guía gran parte de su vida es el nuevo actor de su vida, y es su sexualidad.

Los adolescentes han sido parte fundamental de los estudios psicológicos de muchos interesados en el tema, entre ellos se puede mencionar: Stanley Hall y su imagen del adolescente divorciado con la niñez, Víctor Mercante y los cuatro puntos importantes para conducirse a estudios sobre los adolescentes, Pierre Mendousse con su obra “Anarquía de las tendencias”, Eduardo Spranger y su psicología científico- espiritual y por último a Rousseau, que entre filosofía y literatura caracteriza a la adolescencia como un segundo nacimiento. Estos personajes son solo algunos que se toman como base para esta tesis doctoral.

La “Evasión”  comienza con la toma de conciencia sexual por parte del adolescente, lo cual influye en necesidades propias de esa etapa. Desde los físico, pero también afectivas y del horizonte que debe dar a su vida. Ante la indiferencia de la familia  y de la sociedad, que no tienen una propuesta de orientación para esta etapa de la vida, el adolescente se siente defraudado y rechazado por todos ellos. Se vuelca entonces a romper sus relaciones con su entorno.

Con las enseñanzas que ha recibido respecto a valores, deberes y consejos, desde la configuración de seres superiores; lo convierte en sentido moral y desde allí se convierte en adolescente en hipersensible, hipercrítico e hipermoralizado. Con todo ello se hace juez intolerable contra el mundo, lo desprecia y lo abandona. Busca hacerse otro mundo, es decir un mundo hasta cierto punto fantasioso. Al momento de convertirse en juez del mundo, inicia con su sentido de valoración personal del mundo y de las cosas.

Su valoración del mundo se da desde la perspectiva negativa. Pero con la superación de esta etapa cambiará. Pero aun en medio de esta situación de negatividad, algo que se puede decir de positivo es que aquí nace la solidaridad juvenil. Se elige a otro adolescente para compartir y confesar las vivencias y así crean cierta solidaridad juvenil. Se dan las amistades fuertes y alianzas entre adolescentes que regularmente prevalecen  toda la vida.

La etapa de la evasión se da en la primera fase de la adolescencia y termina entre los 17 años de edad. Se considera que  entre los 14 y 22 años, el adolescente vive la evasión y el retorno hacia su entorno. Pero la evasión no es eterna, es una etapa nada más, y que tarde o temprano el adolescente debe iniciar la otra etapa que es la del retorno, que tardará necesitará más o igual tiempo que la vivencia de la evasión.

La evasión puede llagar al punto de autoanulación por parte del adolescente. Este deseo de morir queda superado cuando se da el descubrimiento del adolescente como un “yo”. Es decir una entidad personal, una individualidad con voluntad, valor, sentido y unidad; llamado a una cierta función vital en la sociedad. La valoración del mundo la hace ahora en función del “yo”,  positivamente. Con el descubrimiento del yo, se inicia la etapa del “Retorno” en el adolescente.  Pero hace falta tres pasos más para que se de completamente el retorno.

El segundo paso del retorno se da cuando el adolescente elige un “Maestro”. Aquella persona que para él se convierte en digna de admiración, es una persona que no es impuesta por nadie sino elegida por él mismo. En este paso reconoce una autoridad por encima de él, deja su egoísmo para verse reflejado en alguien más. Deja el narcisismo para elegir un modelo de persona en medio de la sociedad que la ve caótica. Pero este momento también es una revaloración del mundo.

En un tercer momento del retorno, se encuentra el amor. Es algo esencial en la vida del adolescente, porque es cuando una persona del otro sexo invade y gobierna la vida del “yo”. Este amor se transforma de un poseer a un entregarse. La adolescencia se convierte en la edad propicia para estas experiencias tan llenas de detalles, descubrimientos y cambio del sentido de la vida y de humor. Se experimenta así por primera vez la anulación del yo para servir a otro. Aquí encuentra su tumba la vanidad individual.

Para dar punto final  a la etapa del retorno, se da el paso de la eficiencia del adolescente en medio de la sociedad. Es decir la conciencia de estar llamado a colaborar en la familia y la sociedad para dar de sí en la transformación del mundo. Esto lo refleja desde la búsqueda de un trabajo con el cual colaborará con los gastos de la casa. Pero más que el mero hecho del salario, se plantea un proyecto de vida, se proyecta lo que  quiere y donde quiere realizarse.

Va en busca de sentirse capaz de realizar una acción que conlleve su esfuerzo y donde se sienta en ejercicio de sus habilidades. Con este último paso el adolescente, queda completamente reconciliado con el mundo. Retorna para iniciar un camino de servicio y trabajo por su entorno. Estos cuatro pasos del retorno se dan necesariamente en todos aquellos adolescentes que superan la evasión. Se supera así la primera curva “axiológica” (valoración) de muchas que se dan en la vida de la persona. Cuando  uno de estos pasos no es vivido durante o antes de los 20 años, es señal de que no se ha superado la adolescencia.

Después de ver lo que es la evasión y el retorno en la vida del adolescente, se dan las “Bases para una pedagogía del retorno”. Consiste primeramente en que el Estado no intervenga fríamente con reglamentos disciplinarios que no ayudan a apoyar a los adolescentes en la etapa que viven. Puesto que la mayor cantidad de adolescentes viven esta etapa de su vida en la secundaria y primera parte de la universidad. Esto a consecuencia que cada vez más los niños son enviados a temprana edad a las escuelas, y cuando llegan a la universidad no han salido de la etapa de la adolescencia.

Otra propuesta es que los adultos, en primer lugar los padres de familia y los maestros, a que no vean con malos ojos las actitudes de rechazo hacia el mundo que tienen los adolescentes. Tampoco impedir los acontecimientos de amor que tienen los adolescentes porque es parte fundamental en el desarrollo de su personalidad. Pero esto solo será posible si se logra la concientización de los mayores retomando sus épocas de adolescencia; y así promover costumbres nuevas frente a esta situación de sus hijos; y en el caso de los maestro, de sus alumnos.

En cuanto al ambiente escolar, se promueve que haya relaciones interpersonales más fuertes entre los alumnos y el profesor.  El fin de estas relaciones es que el profesor se interese por lo que los adolescentes están viviendo psicológicamente y ayudar a que se sientan parte del mundo en que  se mueven. Porque hasta ahora lo que existe es una relación de señor y súbditos. El profesor se llena de actividades y labores; solamente le interesa que sus alumnos aprovechen los contenidos de clase, aunque estos contenidos  no le ayuden en su vida cotidiana. Las escuelas se convierten en locales donde se imparte una enseñanza teórica pero no práctica para la vida.

Desde el deseo de eficiencia que experimenta el adolescente en su paso final de retorno, la educación debe ser desintelectualizada. Porque hasta ahora toda la educación se basa en lectura de libros, en una “reclusión” de 20 años, que es lo que dura regularmente la educación. Se ha convertido en una imposición del “voto de escolaridad”, consagrado a la lectura e ir a la escuela. Y cuando el adolescente o joven sale de tal reclusión no sabe donde ubicarse porque no sabe hacer otra cosa que estudiar libros.

La propuesta es entonces realizar una alianza de  talleres y escuelas, donde el adolescente y en general los estudiantes puedan aprender ciertos oficios en compañía de su aprendizaje intelectual. Así se logrará satisfacer la necesidad  del adolescente de sentirse eficiente, haciendo algún oficio, por muy humilde que sea y  ser como aquel insecto que cuando se alimenta poliniza las plantas. Se aboga por el derecho de todo joven de iniciarse en un oficio productivo, que son la base de la economía social. Porque solo cuando el adolescente se sienta eficiente y realice una actividad eficiente, habrá logrado el retorno a su mundo.

ACUERDOS:
ü  Estoy en acuerdo respecto al texto cuando establece los dos grandes campos de la adolescencia, la evasión y el retorno. En ellos se reflejan los acontecimientos más significativos de la vida, sino todos pero de muchos adolescentes. De estas etapas puedo dar desde mi vivencia un respaldo porque describen realmente lo que sucede en esta curva de la vida humana.

ü  Concuerdo con el autor también en que siempre se le ha dado más importancia al aspecto de la evasión del adolescente frente al mundo, más no al retorno. De este retorno no se habla y hay pocos estudios sobre este proceso que el adolescente vive para llegar a sentirse parte de su entorno.

ü  Comparto la postura del texto  frente a los cambios que se deben dar en la familia y la sociedad. Cambios de costumbres y de la forma en que se percibe la adolescencia. En la que no se  muestre indiferencia y desentendimiento a los sentimientos y conflictos que padece el adolescente. Primeramente haciendo conciencia de sus propias vidas de adultos, que también han pasado por esa etapa.

ü  Ante la manera de abordar las relaciones de profesores y alumnos, que impulsa una relación más humana y menos fría y estricta en normas y contenido; me muestro muy a favor. Porque en la escuela es donde el adolescente pasa gran parte de su vida, tiempo que jamás regresará y que marca su vida. Es por ello que la convivencia en el aula debe ser prioridad para la pedagogía.

ü  Considero también que el hacer de la educación una escuela-taller es muy positiva. Parte del nuevo paradigma de educación que promueve el aprendizaje constructivista. Es decir que a través de una actividad sencilla pero productiva se pueda hacer posible la nueva sociedad. Cada individuo debe entonces buscar lo que le gusta y realizarse en ello. Con ello se hace de una sociedad acomodada a lo que venga, a una sociedad educada y feliz con lo que hace.

DESACUERDOS:
-        No comparto la ambigüedad que presenta el texto respecto a los cuatro pasos del retorno. En un primer momento dice que esos cuatro pasos se dan o deben dar en todos los adolescentes para que logren el retorno. Sin embargo más adelante dice que puede ser que no se den estos pasos por igual o en su totalidad en los adolescentes, entonces queda en una doble posición de darse o no darse todos los pasos.

-        Veo también que el texto no presenta si los pasos se dan de igual manera en hombres y en mujeres. Habla en general de los adolescentes pero no hace diferencia si ciertamente se dan por igual estas etapas en la mujer como en el hombre.

-        Entiendo que la propuesta base para la pedagogía del retorno, se convierte al final en una propuesta económica y no realmente una búsqueda del equilibrio emocional del adolescente. Puesto que la plena realización del ser humano no se puede contemplar solamente desde la perspectiva de lo laboral.

-        Queda inconclusa la integración del amor en la vida del adolescente. Se queda nada más como una escalera para salir de la evasión pero luego se encamina a lo laboral y deja esta parte afectiva del adolescente en el olvido. Como diciendo que el amor hacia el otro sexo se cambia por  la visión productiva.

IMPORTANCIA DEL AUTOR Y DEL TEXTO:

La importancia del autor radica en que como pedagogo y filósofo, busca respuestas y propuestas a la mejora de la educación. Fue un hombre de vocación en su labor de maestro. También puedo decir que como presidente puso en práctica mucho de lo que había escrito y estudiado respecto a la educación. Esto se puede evidenciar en sus obras respecto a la educación en su tiempo de gobierno. Es por ello que este texto en particular marca el inicio de sus muchos logros en la educación primaria y hasta la universitaria en nuestro país.

En particular el texto adquiere importancia por tratarse de la recopilación de su propia experiencia como maestro en distintos centros educativos. Eso lo fundamente con los distintos autores que han estudiado la situación de vida de los adolescentes. Radica la importancia del texto también, porque sigue siendo vigente muchas de las propuestas que se plantean en el mismo; y porque su tiempo no esta tan lejos del nuestro. Aun siguen vigentes muchos de los problemas que los adolescentes padecen en sus familias, en la sociedad y en la escuela; y que se encuentran representadas en este texto.

Es por ello que leer la  tesis de Juan José Arévalo, dará una panorámica muy concreta de la situación psicológica de los adolescentes. Y a la ves las distintas maneras que el sistema educativo debería tratarlas, ya sea a como lo presenta la tesis o de una mejor manera.


REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:

Arévalo, J. (noviembre, 1949). La Adolescencia Como Evasión y Retorno. Guatemala: Tipografía Nacional. Tercera Edición.


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