martes, 8 de noviembre de 2016


Índice
      I.            Introducción…………………………………………..………pág. 3


   II.            Biografía de Ignacio Ellacuría………………….…….....pág. 4 y 5


III.            Contexto…………………………………………………..pág. 6 y 7


IV.            Sinopsis del Texto ….………………………………..……...pág. 8


   V.            Enumeración del texto ………………………………..…....pág. 8


VI.            Descripción argumentativa del texto……......…pág. 9,10,11 y 12


VII.            Estructura de las principales tesis……………….…..pág. 12 y 13


VIII.            Valoración del texto……………………........…….pág. 14,15 y 16


IX.            Referencias……………………………..……………………pág. 17






I.                  Introducción
            En el presente documento, trataremos de hacer un análisis como tal; del pensamiento latinoamericano. Para ello, tomaremos como referencia a uno de los grandes pensadores del siglo  XX: Ignacio Ellacuría. Algunos de los parámetros que conducen este análisis son los siguientes: hacer un acercamiento al pensamiento latinoamericano, desde su quehacer filosófico y  práctico. Además, conocer los problemas filosóficos, a los cuales se enfrenta el pensamiento latinoamericano. Y por último,  indagar cual es el método de análisis filosófico, que utiliza la filosofía latinoamericana.
            Como lo he mencionado anteriormente, este análisis filosófico tiene como referencia el pensamiento de Ignacio Ellacuría.  Pero,  ¿Por qué tomar a Ignacio Ellacuría como punto de partida para este análisis? Desde  mi punto de vista, Ellacuría ha sido uno de los grandes filósofos latinoamericanos. Con un aporte muy valioso,  a la función liberadora de la filosofía  y a la función liberadora de la realidad.  Es decir, el quehacer filosófico que constituye Ellacuría, busca la libertad del pensamiento y de la sociedad como tal. Una  libertad, que  tiene como principio la búsqueda de la verdad.
Ahora bien, esta búsqueda implica un pensar crítico, con el fin de crear soluciones prácticas en la sociedad. Por tal razón, Ellacuría propone una filosofía de la praxis como: un liberarse del “oscurantismo” de la realidad, de los sistemas, de las estructuras. En este sentido, la filosofía debe ser un método autónomo; que ayude a  trasformar  la realidad de los individuos







II.               Biografía de Ignacio Ellacuría (1930-1989)
         Desde  antigüedad hasta nuestros tiempos, la búsqueda de la verdad ha sido un factor determinante; para la realización social. Por ello, muchos filósofos se han tomado la tarea, de llevar a cabo este ejercicio filosófico. El gran Sócrates, es un icono muy emblemático; de este que hacer filosófico. Ahora bien, Latinoamérica, no se queda atrás en esta búsqueda de la verdad. Solo que ella, busca una trasformación de la realidad. Este es el caso del gran filósofo y teólogo: Ignacio Ellacuría. Pero ¿Quién es Ellacuría?
       Según datos biográficos,  Ellacuría nace en España el 9 de noviembre de 1930. Fue el cuarto de cinco hijos varones y fue el cuarto en optar por el sacerdocio. Sus primeros estudios los hizo en Portugalete, (España) posteriormente, su padre lo envió al colegio de los jesuitas de Tudela. Al finalizar el séptimo año, el padre espiritual de los estudiantes de último año, reunió a un pequeño grupo de posibles candidatos; en el cual Ellacuría no postulaba para dicha tarea.  Sin embargo, entró en el noviciado al año siguiente por voluntad propia el 14 de septiembre de 1947.
       Un año después,  fue enviado junto con otros cinco novicios, a fundar el noviciado de la Compañía de Jesús en Santa Tecla (El Salvador). Ahora bien, Uno de los grandes personajes que marco la vida de Ellacuría, fue su maestro de noviciado el padre  Miguel Elizondo. El cual, planteaba una espiritualidad enraizada en una libertad de espíritu.  Ya que, en España la vida de los novicios,  estaba condicionada por una serie de normas; que los hacían vivir en un mundo ajeno a lo que sucedía afuera. Por ello, Elizondo fue uno de las cinco maestros muy emblemáticos para Ellacuría.
       En la década de 1950, los jesuitas no contaban con un centro de estudio para formar a sus estudiantes en Centroamérica, sino que éstos eran enviados a Quito, donde estudiaban humanidades clásicas (dos años) y filosofía (tres años); en la Universidad Católica. Estos cinco años,  fueron muy importantes para el desarrollo intelectual de Ellacuría y sus compañeros. La inteligencia de Ellacuría, se hizo muy evidente el noviciado. Lo cual, le llevo a conocer a su nuevo  profesor de humanidades clásicas, Aurelio Espinoza, donde sus cualidades eran excepcionales como: pensador crítico y creativo. La creatividad en el aula, en la cual no usaba esquemas hechos, sino que mostraba el ¿qué?, el ¿por qué?  y el hacerse de las cosas. Fue lo que le llamó la atención al padre Ellacuría.
       Posteriormente, Ellacuría regresó a San Salvador, donde pasó tres años en el Seminario San José de la Montaña. Enseñó filosofía escolástica en latín y cuidaba de los seminaristas que ahí vivían. Además, escribió varios artículos en la revista Estudios Centroamericanos (ECA) sobre Ortega y Gasset. En 1958 volvió a ser estudiante, esta vez, en Austria, donde estudió teología hasta 1962. En esta experiencia de estudiante, conoció en Innsbruck  a: Karl Rahner, uno de los teólogos más influyentes en el concilio Vaticano II. Finalmente, Ellacuría fue ordenado sacerdote en el mismo Innsbruck, el 26 de julio de 1961.
       Ahora bien, meses más tarde, mientras visitaba a su familia en Bilbao, decidió buscar al filósofo Xavier Zubiri. Con el cual,  mantuvo una muy buena amistad, y a quien admiraba mucho. En 1973 Ellacuría realizo su primer escrito, con  un impacto muy profundo en la conciencia nacional llamado: “Teología política” publicado por el Secretariado Social del Arzobispado de San Salvador. Y  Su última obra  teológica  fue: "Utopía y profetismo en América Latina". 1976  comenzó a dar clases de filosofía en la UCA. En 1972 fue Jefe del Departamento de Filosofía. Y  en el año de 1976, dirigió la revista Estudios Centroamericanos (ECA) y desde 1979 fue Rector de la UCA y Vicerrector de Proyección Social.
       Además, el padre Ellacuría conoció de primeria mano; la experiencia pastoral del padre Rutilio Grande, asesinado el 12 de marzo de 1977 y la experiencia pastoral de Mons. Romero, asesinado el 24 de marzo de 1980. De los  cuales, se dejó llevar por esa espiritualidad profética; que los dos mártires llevaron adelante.  Optó claramente por la liberación de las mayorías populares y  el criterio de su incidencia en la realidad histórica, en la que se da y a la que sirve. El Padre Ignacio Ellacuría, después de haber ejercido su labor profética; se une a la lista de los mártires el día 16 de noviembre  1989. En manos del ejército salvadoreño, de los cuales, dos de los emputados en el crimen; se les condenó a 30 años de presión.





III.            Contexto: político, social, económico y religioso.
      A continuación, quiero presentar de manera sintética, el contexto donde Ellacuría realiza su filosofía y cuáles son las vías de su filosofía transformadora; que es la justicia y la verdad. Tomando como referencia el libro: “Veinte años de historia en El Salvador (1969-1989)”  que es producto del quehacer filosófico de Ellacuría.
      En la década de los años 70 y 80, el Salvador se encuentra inmerso en una problemática política; muy deplorable. Son alrededor de catorce familias, las que tienen el poder político y económico de el salvador. Partiendo de esta situación, el pueblo salvadoreño inicia un camino; hacia una posible  estabilidad económica. Una de las grande políticas internas es: la reforma agraria; que básicamente consistía en: repartir la tierra de los terratenientes al pueblo campesino; para que pudiera trabajar y vivir de ellas.
       Lastimosamente, con la llegada de la industria a el Salvador, los campesinos fueron vendiendo sus tierras a las empresas. Esto provoco que: si en un hogar trabajaban diez personas en las tierras que se les habían dado, en las empresas industriales; solo podría trabajar una persona. Además, el sueldo era muy bajo, para las condiciones en que se vivía.  Este es el punto de partida fundamental, porque la pobreza toma posición en el pueblo salvadoreño.
       La reforma agraria, era una propuesta alentadora para el pueblo salvadoreño; que el mismo Ellacuría apoyo en su primer momento. Por lo cual, el Frente Farabundo Martí Para La Liberación Nacional: FMLN y el FDR, se revelaran  contra el mismo Ellacuría. Ahora bien, en este estado de reformas se da una gran tragedia para el Salvador: el conflicto armado interno. Ellacuría,  vive el conflicto armado interno,  en un su mejor apogeo. La postura de Ellacuría siempre va estar de terminada por la búsqueda de la verdad y la justicia; para el pueblo salvadoreño. Él hace un análisis de la situación, desde diferentes ángulos; ya que, tenía muy buena relación con los jefes de estado y con el partido FMLN y FDR.
       El conflicto armado interno, tiene dos intervenciones muy importantes: por el lado de la derecha: Estados Unidos. Por el lado de la izquierda: Cuba y Nicaragua (con el sandinismo) Estados unidos brindaba al poder: entrenamientos militares, armas e ideas para el combate. Cuba y Nicaragua, eran para el FMLN: un apoyo en cuestiones ideas nada más.
      Ha  Ellacuría, le toca vivir todo este conflicto armado interno, hasta que es asesinado por el gobierno militar, ya que, estos pensaron que Ellacuría pertenecía al sistema revolucionario del Salvador; por sus ideas de liberar al pueblo de la opresión. Que la reforma agraria, había arrastrado.
       El Padre Ellacuría, tuvo una influencia muy peculiar, con dos grandes personajes muy significativos; para el pueblo salvadoreño. El Padre Rutilio Grande y Mons. Oscar Arnulfo Romero. Personajes que cumplieron la labor de profetas, denunciado las injusticias que la derecha estaba implementando con las mayorías populares. Esta denuncia, ocasiono que su sangre fuera derramada por la liberación del pueblo. Igualmente, el Padre Ellacuría se suma junto a otros padres, religiosos, religiosas, catequistas, ministros de la palabra; al martirio. Buscando la liberación del pecado, de la opresión.
     Es bueno remarcar, que el Concilio Vaticano II, la conferencia de Medellín; están dando nuevas luces a implemento de la fe. Tanto es así, que se desarrolla una teología llamada: la Teología de la liberación. A la cual, Ellacuría  trabajo y se desenvolvió en plenitud. ¿Pero que es la teología de la liberación? Según Ellacuría (1987) la teología de la liberación “pretende un cambio no sólo en las personas y en la sociedad, sino también en las estructuras socio-históricas  de América Latina y por extensión, de otras artes del mundo, en cada caso según sus circunstancias”. “es una liberación del pecado, de la ley de la muerte, puede expresarse como todo aquello que oprime al hombre y le impide gozar de su vocación de hijo libre de Dios”  (pág. 303)
     Por lo tanto, el pensamiento filosófico de Ignacio Ellacuría, parte de un análisis de la realidad como tal. Una realidad que ha marcado terriblemente a El Salvador, que según fuentes de derechos humanos, fueron  aproximadamente un total de: 75.00 mil personas muertas a causa del conflicto armado. De las cuales, el ochenta por ciento de estos,  eran civiles.




IV.             Sinopsis del Texto
      El Texto: “Función Liberadora de la Filosofía” (1985) de Ignacio Ellacuría, trata de presentar las dos funciones fundamentales,  para que una filosofía sea liberadora. La primera es ejercer una filosofía crítica, con el fin de desenmascarar todo tipo de ideología.   La segunda es ejercer una filosofía creadora, consiste en buscar nuevos caminos teóricos y críticos, que ayuden a la transformación social. Ahora bien, esto se podrá llevar acabo en una filosofía de la praxis. Partiendo de ello, podremos construir una sociedad más justa, una sociedad transformada desde sus fuerzas sociales. Ahora bien, todo este proceso de libración se constituirá, cuando el sujeto y la fuerzas sociales; asuman este sentido de emancipación, transformación y de reestructuración.


V.                Enumeración del Texto 


·        Introducción al texto

1.      La función crítica y creadora de la filosofía
1.1. La función crítica de la filosofía
1.2. Función creadora de la filosofía

2.      Condiciones posibilitantes de la función liberadora de la filosofía
2.1.Filosofía liberadora y praxis liberadora
2.2.Filosofía liberadora y sujeto de la liberación




VI.              Descripción argumentativa del Texto: “Función Liberadora de la filosofía”  (1985)
·         Introducción al texto
      En esta parte propedéutica del texto, Ellacuría hace una vinculación muy afable entre el concepto de  filosofía y el concepto de libertad. Como dos vías que ayudan a establecer, una función liberadora de la realidad y del pensamiento. Es decir, tanto la filosofía como la libertad, constituyen  un eje fundamental; para  trasformar la realidad y crear un pensamiento crítico y liberador. Además, el autor aclara que dentro de este quehacer filosófico histórico, ha existido la posibilidad de crear ciertos dogmatismos (tiranías)
      Por lo tanto,  Ellacuría remarca que es menester hacer una filosofía Latinoamericana,  que salga de su propia realidad histórica;  sin caer en ciertos dogmatismos. A partir de ello,   Ellacuría  hace este análisis con el fin de liberar a las mayorías de la opresión, desde una visión filosófica como tal. Esto hace una  reconfiguración de la filosofía,  sin que ella pierda su esencia que es la búsqueda de la verdad. Para que el  fin,  sea una transformación social que configura al individuo; en buenos principios morales y éticos; para una sociedad más justa
1.      La función crítica y  creadora de la filosofía
      En este apartado, Ellacuría hace una reflexión sobre los  factores fundamentales; para producir una filosofía liberadora. Ya que, la filosofía es fruto o reflejo de un contexto y tiempo determinado. Por ello, los dos factores principales que según Ellacuría,  son importantes para desarrollar una filosofía liberadora son: la capacidad crítica y la capacidad creadora.
1.1  La función crítica de la filosofía
      El objetivo principal que Ellacuría trata de hacer en este análisis crítico,  radica en que: dentro de la estructura social, existe un fenómeno llamado: ideología. Esta ideología, es producto de una clase social que ejerce su fuerza sobra las mayorías populares. Este fenómeno como tal, que se impone en los individuos,  tiene algunas características fundamentales como: un fenómeno ambiguo, una determinación en la vida social y una fuerza que ciega a la sociedad.
     Todo esto se constituye por mantener un orden de los estados sociales. Por tal condición, Ellacuría mantiene una postura en que,  es necesario recurrir a los procesos críticos y racionales; para mantener una mejor condición de vida.
       Ahora bien, estos procesos críticos según el autor,  implican algunos principios: el sentido común o el bien común, la certeza en el ejercicio de la razón crítica  etc. Por ello,  el gran problema que Ellacuría observa en esta ideologización, es que la estructura como tal, configura la conciencia tanto colectiva como individual. Porque,  lo que la estructura busca es mantener un status quo; de su función. De este modo, el sistema operante oculta lo malo de sus mismo sistema y busca resaltar lo bueno que hace. Y el ejemplo que pone Ellacuría es la misma Iglesia, como institución social.
      Al final, dice Ellacuría que ya no es el sistema el que produce una ideología depravante, sino, que es el mismo pueblo el encargado de reproducir este sistema. Frente a ello, el autor propone que es en este estado ciego, donde la filosofía entra como una “poderosa arma”, contra esta ideología; como un sistema crítico. Pero, Ellacuría dice que no es hacer una simple crítica,  más bien, es hacer una crítica con fundamentación razonable. Es decir, es desarrollar una “criticidad en base a un fundamento razonable” que permitirá una transformación como tal; en los individuos. Esto es lo que presenta Ellacuría, en su función critica de la filosofía.
1.2  La función Creadora de la filosofía
     Al hablar sobra la función creadora de la filosofía,  Ellacuría manifiesta que  la filosofía no solo contribuye a ser críticos con la realidad,  sino, que ayuda a crear nuevos discursos y caminos a la transformación social. Para ello,  es necesario recurrir a la fuente principal de esta  de construcción teórica–práctica. La cual es: la realidad misma. La inteligencia unida a la realidad, producen un nuevo enfoque para ver la realidad. Es decir, no basta quedarse en una crítica de la realidad como tal, sino que hay que unirla a la praxis social y desde ahí: transformar, iluminar e interpretar; la realidad misma.
    Por lo tanto, Ellacuría hace mucho énfasis en esa relación de  teoría y praxis; porque es ella la que va moldeando el pensamiento y la realidad misma.  En esta construcción del saber, que es producto de una crítica muy fundamentada y que como fruto del querer trasformar la realidad; por esa búsqueda de la verdad  y la libertad.
     Ellacuría, propone crear algunas vías para poder llegar a la transformación. La primera, consiste en crear una teoría del conocimiento o teoría de la inteligencia, ya que, cada hombre tiene una forma distinta de enfrentarse a la realidad y porque no basta con solo criticar, sino hay que construir ser consecuentes en el uso de la inteligencia.
      La segunda vía, consiste en crear una teoría de toda la realidad, él afirma que es complejo poderlo hacer; pero sería bueno hacerlo aunque sea de aquella realidad que se nos presenta.  Según el autor, el fin de esta será: brindar una información sobre: lo natural, los histórico, lo objetivo, lo subjetivo, de lo social y de lo personal. Ya que, es menester dice el mismo autor, crear ciertas categorías que nos ayuden a comprender la realidad. La tercera  vía que propone Ellacuría es: crear una teoría abierta al problema crítico de la realidad. Ya que, el hombre, la sociedad y la historia; son realidades completamente entrelazadas, pero que cada una tiene su fin propio.  Según Ellacuría, estas son algunas de las vías teóricas-practicas;  que pueden ayudar a la transformación social. Y con esto, da por asentado que la filosofía; debe ser la progenitora de estas teorías.
2.      Condiciones posibilitantes de la función liberadora de la filosofía.
     En el siguiente capítulo,  lo que trata de dar a conocer Ellacuría es que: la función liberadora de la filosofía, se hace  en forma distinta, en lugares y tiempos distintos. Por tal motivo, el autor acentúa que: no habrá una sola filosofía para todos los tiempos, sino que habrán distintas filosóficas con su propia universalidad. Y que a partir de ello,  en menester preguntarse ¿De qué liberar? ¿Cuál es el modo de liberar? ¿Dónde liberar?
2.1  Filosofía liberadora y praxis liberadora.
      El eje central de este apartado consiste en que: la filosofía como momento teórico y como una capacidad liberadora, debe estar unida a la praxis histórica; donde el sujeto radica. Y así, contribuir a la construcción liberadora de la sociedad; en base a un factor ético. Ahora bien, en un primer momento,  Ellacuría hace una crítica a los filósofos; denunciando que el gran error de ellos ha sido: pretender ser liberadores o creer ser los únicos liberadores. Como segundo punto, establece a manera de hipótesis que: la única forma para que la filosofía desempeñe su función crítica y creadora en Latinoamérica; es a través  de una filosofía de la praxis. 
     Posteriormente, hace una definición epistémica del concepto: praxis. Que la propone como: la unidad de todo el conjunto social y estructural, que hace un orden transformativo;  en base a una dinámica sujeto-objeto. Además, acentúa que esta praxis histórica, hace creativo el pensamiento siempre  cuando; este mismo pensamiento de deje interpelar  por la realidad misma. Y por último, Ellacuría manifiesta que la filosofía de la praxis liberadora, tiene una faceta ética, por el hecho de que busca orientar en la vida práctica, hacia el buen camino de la verdad y de ejecutarlo en el quehacer filosófico.
2.2   Filosofía liberadora y sujeto de la liberación
      En este último apartado, Ellacuría trata de exponer que: la función liberadora de la filosofía no podrá desarrollarse, sino hay un sujeto de liberación y si no es asumida por un sujeto real  de liberación.  Así mismo, el autor dice que la filosofía como una contribución al cambio de pensamiento, no puede caer en una utopía filosófica de liberación. También,  propone que la liberación de un pueblo no solo es parte de una fuerza social como tal, sino, que depende también de un mismo individuo oprimido; que puede oprimir a su mismo grupo. En este sentido, tanto el uno como el otro, pueden contribuir a la liberación; siempre y cuando asuman el quehacer filosófico de: integrar las dimensiones humanas para liberarse de la opresión. Como punto final, menciona que lo esencial de la tarea filosófica es: dedicarse  filosóficamente a la emancipación más integral  y  adecuada a nuestros pueblos.

VII.         Estructura de las principales tesis
·         Introducción al texto
     Tesis del texto: Vincular el concepto de  filosofía y el concepto de libertad,  para que ayuden a una función emancipadora de la realidad y del pensamiento; colectivo y personal.

1.      La función crítica y creadora de la filosofía
     Tesis del texto: Crear una reflexión crítica  sobre: los  factores fundamentales; para producir una filosofía liberadora.

1.1  La función crítica de la filosofía
     Tesis del texto: Análisis crítico de las estructuras sociales, que se constituyen por un fenómeno ideológico; como producto de una clase social que ejerce su fuerza sobre las mayorías populares.
1.2  Función creadora de la filosofía
     Tesis del texto: La  filosofía no solo contribuye a ser críticos con la realidad,  sino, que ayuda a crear nuevos discursos y caminos para transformación social.

2.      Condiciones posibilitantes de la función liberadora de la filosofía
     Tesis del texto: La función liberadora de la filosofía, tiene un principado de que: se desarrollar en forma distinta, en lugares y tiempos distintos; cada una con una universalidad propia.

2.1  Filosofía liberadora y praxis liberadora
     Tesis del texto: La filosofía como una capacidad  teórica y  liberadora, debe estar unida a la praxis histórica. Para que de esta manera, pueda contribuir a la construcción de una liberación social; con una visión propia de la ética.

2.2  Filosofía liberadora y sujeto de la liberación
     Tesis del texto: La función liberadora de la filosofía no podrá desarrollarse como tal, sino existe un sujeto de liberación y mientras este no asuma en su filosofía; la condición emancipadora. 



VIII.      Valoración o Balance del texto
     Desde mi punto de vista, la filosofía ha logrado establecer  un método autónomo, para poder comprender la realidad del sujeto colectivo e individual. En este sentido, Latinoamérica ha logrado encausar su pensamiento crítico de la realidad; a estos procesos autónomos concretos. Según Ellacuría (1985)[1] dice: “se puede decir que la filosofía desde siempre aunque de diversas formas, ha tenido que ver con la libertad. Se ha puesto que es tarea de hombres libres, en pueblos libres, libreas al menos de aquellas necesidades básicas que impiden ese modo de pensar que es la filosofía; se ha admitido también que ha ejercido una función liberadora para quien filosofa y que, como ejercicio supremo de la razón, ha liberado del oscurantismo, de la ignorancia y de la falsedad a los pueblos”. (“función liberadora de la filosofía, 1985; pág. 93)  Desde la antigüedad,  veremos que la lucha por quitar los mitos de la sociedad; ha sido una tarea primordial de la filosofía. Entonces, ¿Cuál es el mito de nuestra sociedad actual? Al enfrentarnos con nuestras sociedades, podríamos simbolizar el mito con: “la ignorancia”.
    La Ignorancia, es un fenómeno impuesto por una fuerza mayor, por una estructura dominante, por un sistema depravante.   Que encierra a las mayorías populares, en una caja de confort. Ignacio Ellacuría (1930-1989) ha sido uno de los grandes filósofos  latinoamericanos, que se ha dado la tarea de proponer una filosofía más profunda; del como poder liberar de esa esclavitud a las mayorías populares. Es una filosofía, que busca los medios para poder purificar el hecho crítico,  para no quedarse estancada en ciertos dogmatismos filosóficos y a partir de ello, ser una herramienta que busca la emancipación social. Por esa razón, pienso que es necesario que la filosofía tenga una función liberadora del pensamiento y de la realidad. Solo así, se podrá establecer una sociedad más integra, humana, justa, solidaria etc.
   ¿Cuál es el método para desarrollar una sociedad así? Quiero hacer énfasis en lo siguiente,  de acuerdo al autor (1985)[2] menciona que: “la filosofía tiene, en efecto una capacidad de crítica y una capacidad de creación. Estos son dos poderosos factores para la liberación, y no solo interior o subjetiva, sino también, objetiva y estructural” (la función critica y creadora de la filosofía, 1985; pág. 95) Al hacer un análisis de esta cita, creo que es de mucha importancia y de mucho valor, el hecho de ser críticos con la realidad. Ya que, el ser críticos nos abre el camino hacia la liberación cognitiva y a la liberación social.
     Lastimosamente, los centros de educativos o los ministerios de educación,  no contribuyen a crear un pensamiento crítico de la realidad. Las niñas y los niños, desde pequeños se les enseña a memorizar la realidad y no a razonar la realidad. Cuando esto se lleva acabo, los niños que pasan a jóvenes y jóvenes que pasan a la adultez, vienen configurados por un sistema social o por una ideología.  Ellacuría (1985)[3] dice que “La ideologización  (sistema) busca mantener el statu quo”  (función critica de la filosofía, 1985; pág. 99)  y continua afirmando: “ el propio sistema genera productos ideologizados que son reflejo de donde proceden, y por consiguiente aparecen como connaturales; de resaltar lo que tiene de bueno del sistema, y se busca inconscientemente, ocultar lo malo(función critica de la filosofía, 1985; pág. 99)[4]  Por lo tanto,  comparto y valor   que la capacidad crítica tenga la facultad de liberar y de crear conciencia colectiva y personal.
      De igual manera, estoy totalmente de acuerdo que la capacidad crítica; nos puede impulsar a la creación de nuevas estructuras, teorías y discursos. Porque, la crítica tiene un fin principal y es el de: poder construís nuevos enfoques o nuevos sistemas sociales y religiosos. Por ello, pienso que el punto clave de este cambio sistémico radica en la capacidad de ser críticos constructivos de la realidad como tal. En este sentido, la capacidad de crear nuevas estructuras, ideologías o teorías, es fruto de esta fundamentación crítica.
     La fundamentación, es otro punto muy importante que hace notar Ellacuría. Porque, el hecho de ser críticos implica una fundamentación, dar razones del porque las cosas y encausar un sentido ético como tal; de las cosas. Por lo tanto, apoyo que la capacidad crítica tenga estas condiciones,  porque no es un proceso muerto como tal; sino algo vivo en la realidad. Ellacuría (1985)[5]  dice: “El aporte de la filosofía a la liberación no se reduce a lo que pueda hacer como critica liberadora de las ideologizaciones que encubren la realidad” (“función creadora de la filosofía” 1985; pág. 102) 
     Este proceso de trasformación, debe estar complemente unido a la praxis de la sociedad, porque es de ella de donde viene y es hacia ella; donde debe enraizarse. Claro está, que para ello debe existir un sujeto propio; que asuma tal condición. Porque, el trabajo filosófico de liberación, está constituido para su liberación; y ayudarle en tener une vida digna para su vivencia. Por lo tanto, en este estado de liberar al sujeto; es donde toma sentido este quehacer filosófico propuesto Ellacuría. En una de sus conclusiones dice[6]: “La función liberadora de la filosofía, que implica la liberación del propia filosofía de toda contribución ideologizadora y, al mismo tiempo, la liberación de quienes están sometidos a la dominación, solo puede desarrollarse teniendo en cuenta la praxis histórica de la liberación”. (“Conclusiones finales” 1985; pág. 120)

      Por lo tanto, la obra de Ignacio Ellacuría (1930-1989) debe tener un espacio de análisis filosófico, en los campos humanísticos de las universidades. Porque, establece un buen análisis de como comprender la realidad.  Desde una capacidad la capacidad crítica, hasta la capacidad de crear nuevas teorías y nuevas estructuras. Como lo mencionado al inicio del texto, uno de mis objetivos era: hacer un acercamiento al pensamiento filosófico de Ellacuría. Con lo cual,  me deja la inquietud de poder abordar de manera más amplia; su pensamiento crítico.







IX.             Referencias:

·         Universidad Centro Americana: UCA “biografía de Ignacio Ellacuría” recuperado el 07 de octubre del 2016.


·         R. cardenal (1991) “Veinte años de historia en El Salvador (1969-1989)” Ed. UCA, I edición. San Salvador, El Salvador. 






[1] Véase texto completo: “veinte años de historia en El Salvador” (1969-1989)
[2] Primer apartado de la:  “función liberadora de la filosofía” (1985)
[3] Primera vía de liberación: “La Función crítica de la filosofía” (1985)
[4] Véase la continuación de la primera vía de liberación “La función critica de la filosofía” (1985)
[5] Segunda vía de liberación “función creadora de la filosofía” 1985
[6] Conclusiones finales del texto: “Función liberadora de la filosofía” 1985

No hay comentarios:

Publicar un comentario