miércoles, 9 de noviembre de 2016

III. RESEÑA.
1)    Síntesis:
   La obra de Nelson Maldonado-Torres titulado: “SOBRE LA COLONIALIDAD DEL SER: CONTRIBUCIÓN AL DESARROLLO DE UN CONCEPTO”, es parte de un libro que tiene por nombre: “El giro decolonial- Reflexiones para una diversidad epistémica más allá del capitalismo global”, de la pontificia universidad Javeriana de Colombia- Instituto pensar.
   Maldonado Torres, inicia su texto con la descripción de cómo surgió sus interrogantes y discusiones sobre la colonialidad del ser. Realiza un pequeño recorrido sobre algunos autores (filósofos), con los cuales desarrolla su ensayo. A sí mismo, divide su texto en cuatro partes, en las cuales intenta responder a una interrogante que él mismo se plantea. Las interrogantes son las siguientes: ¿Qué es la colonialidad?, ¿Qué es el ser?, ¿Qué es la colonialidad del ser?, y finalmente concluye con la pregunta sobre: ¿Qué es la descolonización y la des-gener-accion (o acción desgeneradora del ser?.

2)    Enumeración de las partes :
                      I.        Introducción del texto.
   En la primera parte, Nelson Maldonado recuerda el surgir del concepto de colonialidad del ser, “en discusiones de un discurso de intelectuales que trabajan en torno a asuntos relacionados con la colonialidad y decolonialidad del poder” (Pág.127) temas,  que sin duda alguna;  son desconocidos por muchos de nosotros por la influencia del pensamiento moderno-occidental.
   En ese mismo sentido, Maldonado realiza un énfasis en Walter Mignolo, a quien “Particularmente, le debemos el concepto” de colonialidad del ser (Pág.127). Todo ello, lo relacionó con sus estudios ontológicos de Martin Heidegger, donde fue precursora la profesora Joan Stambaugh. También, Maldonado realizó un estudio riguroso sobre otros autores de la tradición fenomenológica, entre ellos: “Jean-Paul Sartre, Edmund Husserl y Jacques

Derrida” (Pág. 128). Pero, sin duda alguna quien completo su andamiaje fue el judío-lituano Emmanuel Levinas, con quien despertó su sueño ontológico.
   Emmanuel Levinas, es para Maldonado el encuentro con una “Subversión radical de la filosofía occidental… donde la vocación del ser humano: el comienzo de filosofar no consta en el encuentro entre sujeto y objetos sino en la ética, entendida como relación fundamental entre un yo y otro” (Pág.128).
   A sí mismo, toda esta idea de la colonialidad del ser, vierte sus raíces en la concepción de Levinas que ve una gran relación entre la ontología y el poder. También las ideas de “colonialidad del poder”, “Colonialidad del saber” dan pautas para pensar en una “Colonialidad del ser” entendido como: “Experiencia vivida de la colonización y su impacto en el lenguaje”.
   También, uno de los autores que es parte de este andamiaje es Franzt Fanon, quien según Maldonado; articula las expresiones existenciales de la colonialidad, en relación con la experiencia racial y en parte también, con la experiencia de diferencia de género.
3)    Desarrollo:
I.              ¿Qué es la colonialidad?
   Nelson Maldonado, hace una distinción entre lo que se concibe como colonialismo y lo que dentro de su ensayo él concibe como colonialidad, donde el colonialismo “denota una relación política económica, en la cual la soberanía de un pueblo reside en el poder de otro pueblo o nación…” y la colonialidad “un patrón de poder que emergió como resultado del colonialismo moderno, refiriéndose a la forma como el trabajo, el conocimiento, la autoridad y las relaciones intersubjetivas se articulan entre sí , a través del mercado capitalista mundial y de la idea de la raza” (Pág.131).   
   Dicho lo anterior, también es importante resaltar que la colonialidad no nace en el vacío, sino en un contexto socio-histórico, este es particularmente en la llamada conquista o descubrimiento de las Américas. Este escenario, es el blanco  de las configuraciones de dominio, poder, subordinación y demás estructuras coloniales.

   Dentro de este apartado,  Maldonado es consciente que dicha colonialidad, viene en unidad a un poder que realiza crueles clasificaciones sociales entre los sujetos. No es una relación horizontal, sino vertical, es decir, son  profundas relaciones asimétricas donde unos denotas superioridad sobre  los otros. Superioridad que se relaciona con la idea de la raza, lo indígena y lo negro.
   En ese mismo sentido, Maldonado recuerda que la configuración  del ideal  de la subjetividad moderna es “el ego conquiro” (Yo-conquisto), lo cual se relaciona con  la formulación cartesiana del “ego cogito”. Por lo tanto, “El rol del escepticismo es central para la modernidad europea, Y así como el ego conquiro antecede al ego cogito, un cierto tipo de escepticismo sobre la humanidad de los sub-otros colonizados y racializados sirven como fondo a las certidumbre cartesianas y su método de la duda hiperbólica” (Pág.134). Esto, unido a la interpretación fanoniana del colonialismo como una realidad maniquea, que la relaciona con al misantropía. 
   Según Maldonado, este escepticismo maniqueo misantrópico no duda de la existencia del mundo o del estatus normativas de la lógica y matemática, sino cuestiona la humanidad de los colonizados. Todo ello, reflejado en el proceso de esclavitud de los pueblos indígenas, y las dudas planteadas sobre si ellos eran realmente seres humanos, si tenían alma o no. Por cual, se configuro la llamada “línea de color”  y la raza que formaron implicaciones entorno a la esclavitud, dominación y explotación.
II.            ¿Qué es el Ser?
   En esta parte del texto, Maldonado realiza un énfasis en el pensamiento de Martin Heidegger, quien se caracteriza por la idea de que el ser no es ente o una cosa, sino el ser de los entes. Y solo existe un ser que se pregunta por el ser, que es el humano. Pero, Heidegger no lo denomina con el término de “Ser humano”, sino como “Dasein. Dasein significa literalmente “ser-ahí”. Y este Dasein se relaciona consigo mismo, proyectando sus propias posibilidades y no las definidas de antemano por “el uno”. Por lo cual, la autenticidad para Heidegger “Solo puede alcanzarse por medio del poder-ser propio y la resolución, que sólo puede emerger en un encuentro con la posibilidad que inescapablemente propia de cada cual, esto es; la muerte” (Pág.142).

   Pero, en el caso de los colonizados, Maldonado afirma que no es un Dasein cualquiera, y el encentro con la posibilidad de la muerte no tiene el mismo impacto o resultados que para alguien alienado o despersonalizado por virtud del “uno”. “Los sujetos racializados son construidos de formas distintas de las que forman a sujetos, otros y pueblos. La anticipación de la muerte no es tanto un factor individualizador como un rasgo constitutivo de su realidad. Para ellos la muerte, no es “el uno”, aquello que los aflige. El encuentro con la muerte siempre viene de alguna forma muy tarde, ya que la muerte está siempre a su lado como amenaza continua” (Pág.143).
III.           ¿Qué es la colonialidad del ser?
   Según Maldonado, las implicaciones del “Yo pienso” de Descartes, las implicaciones que se podrían tomar, es la de que otros no piensan, y con la afirmación “Soy” se podría decir que los demás están desprovistos del ser. Es decir, conscientes de que la modernidad esta vinculada con la idea de la racionalidad y el ser, se crean las especulaciones de que los sujetos racializados, posiblemente estén desprovistos del ser, ya que; desde la perspectiva eurocéntrica, esos sujetos no piensan, por lo tanto, no tienen ser. Solo los consideran como simple entes sin ser.
   Entonces, aquí el “Dasein” de Heidegger, es colonizado; a quien Maldonado denomina como condenado o damnés (Sujeto que no puede dar porque  lo que ella o él tiene ha sido tomado de ella o él), creando así diferencia ontológica. Fanon afirma que: “El enigma de los negro aparece, para él, como el punto de partida radical para pensar sobre la colonialidad del ser” (Pág.146). A partir de ello, Fanon elabora sus meditaciones por medio de tres categorías fundamentales: Diferencia trans-ontológica, Diferencia ontológica, Diferencia sub-ontológica o diferencia ontológica colonial. 
   Maldonado, con respecto a la Diferencia sub-ontológica, refiere que “…podría decirse que hay dos aspectos de la diferencia colonial (epistémico y ontológico) y que ambos están relacionados con el poder (Explotación, dominación y control)” (Pág.147). Todo ello, tiene fuertes denotaciones, como por ejemplo la imagen de la mujer negra como deseo sexual, y el hombre negro como amenaza
de violador. Se crea a partir de esto, la distinción entre raza, sexo, género. Donde la mujer negra se cosifica para ser objeto sexual y sirvienta. El hombre negro, configurado como una amenaza por representar la barbarie y depravación del violador.
   Por los cual,  Fanon ante este mundo colonial maniqueo, realiza una guerra contra guerra, orientado por el amor, entendida aquí como el deseo de restaurar la ética, eliminar la diferencia sub-ontológica y darle un lugar humano a las diferencias ontológicas y trans-ontológicas.   

IV.          Descolonización y “DES-GENER-ACCIÓN” DEL SER.
   Maldonado, inicia este apartado de su texto con la figura del damnés, que se refiere a la subjetividad, tanto fundadamente se caracteriza  por el dar, pero se encuentra en condiciones en la cuales no puede dar nada, pues todo lo           que tiene le ha sido tomado. A sí mismo, al tener en cuenta que el “Género, casta, raza y sexualidad, son quizás las cuatros formas de diferenciación humana que han servido más frecuentemente como  medios para transgredir  la primacía humanos de la relación entre el yo y el otro” (Pág. 153).
   Todo lo antes mencionado, crea de manera concreta relaciones sociales verticales,  que realiza distinciones entre grupos elevados a la divinidad y otros al infierno de la esclavitud. Por tanto,  este ser, con aspecto colonial es propio de la modernidad donde se establece el sistema de la “estructura maniquea de amos y esclavos”, y donde la idea de la ética de la guerra es naturalizada por medio de la raza. 
   Por lo tanto, Nelson Maldonado propone que “de la no-ética de la guerra de conquista transitamos, así, a la praxis de la descolonización, inspirada por una ética otra, la ética de la donación, de la generosidad humana y la responsabilidad” (Pág.155), donde según Fanon: La descolonización consiste en la restauración del orden humanos a condiciones en las cuales los sujetos puedan dar y recibir libremente, de acuerdo con el principio de la receptividad generosa.

   También Maldonado, ve un problema en la filosofía moderna occidental, en su forma selectiva de su escepticismo radical que nunca interrogó seria, ni sistemáticamente, a la colonialidad, por eso el giro de-colonial implica fundamentalmente, primero, un cambio de actitud  en el sujeto práctico y de conocimiento, y luego, la transformación de la idea al proyecto de la de-colonización.
   Por lo tanto, para Maldonado este giro de-colonial, representa: “en primer lugar, un cambio de perspectiva y actitud que se encuentra en las prácticas y formas de conocimiento de sujetos colonizados, desde los inicios mismos de la colonización, y en segundo lugar, un proyecto de transformación sistemática y global de las presuposiciones e implicaciones de la modernidad, asumido por una variedad de sujetos en dialogo” (Pág.160) y en “términos de discurso consiste en acabar con la diferencia sub-ontológica y restaurar el sentido y la relevancia trans-ontologica” (Pág.162).














4)    Valoración:
   El proceso de “colonización”  y su estructuración, considero que se ha encargado de configurarnos para no tomar conciencia de las implicaciones negativas que este sistema causó y sigue causando en nuestros pueblos originarios. Nos ha configurado para amar al dominador, hoy reproducimos de manera concreta todo aquello que se nos fue impuesto. Estamos inmerso en un mundo eurocéntrico, o como diría  Alejandro Flores: “no existe sociedad alguna en el mundo contemporáneo que no haya sido afectada por la dominación de la imagen de la supremacía blanca y en consecuencia, no existe sociedad que haya quedado libre de los efectos del colonialismo”.
   Estos efectos del colonialismo,  son evidentes en la vida práctica especialmente en nuestras relaciones interpersonales,  con la denominada “línea racial”, donde la blancura es la que tiene la superioridad. A sí mismo, a nivel académico los planes de estudio están elaborados con pensamiento europeo-occidental. A lo largo de nuestra formación escolar,  aprendemos un 95% del pensamiento europeo y lo nuestro lo dejamos por un lado.   Lo que me hace pensar, que cada individuo está sujeto  a unas especies de categorías de lenguaje, que lo que busca es ordenar, alinear, y articular un modo de ser, a través de signos y símbolos que dicen que es lo normal y lo anormal.
   También, somos reproductores de esta colonialidad que ve en la relación de género, a la mujer como un objeto sexual, especialmente la figura de la mujer negra,  cosificamos  su subjetividad a simples amas de casas, sin derecho a opinar ni decidir y en donde la cultura falocéntrica es la que tiene el dominio y el poder.  Todo ello, unido a la imagen de la blancura como lo perfecto, y quien es diferente a ello, es visto y valorado como un inferior. De ahí un deseo por “mejorar la raza”, frase muy común en  nuestros contexto, queremos corresponder a lo que este sistema configura.

   Por lo tanto, considero que el ensayo  de Nelson Maldonado es un excelente trabajo que define de manera concreta este sistema colonial que nos ha configurado y hoy nos obliga de una u otra manera a reproducir ese sistema. A sí mismo, considero que es una invitación a una toma de conciencia, que nos lleve a la reflexión de dar ese giro decolonial. Ese giro que promueva  una ética que tenga fuertes relaciones con el otro, que veamos en la diferencia una riqueza, no un supuesta inferioridad de razas.
   En ese mismo sentido, estoy en acuerdo con el énfasis que realiza en Nelson Maldonado y la necesidad de analizar este discurso  en cuanto a la “división ontológica de cuerpos y prácticas sociales que separa a los entes sin ser, de los entes con ser” y todo realizado por una hegemonía  blanca. Nuestros países han sido objetos de este sistema colonial que  ordenar nuestra sociedad, según su parecer, sistema que decide que es lo civilizado y que no lo es, realizando así una división práctica, como dice Alejandro Flores  “producto de una serie de tensiones entre imágenes, colectividades y narrativas inscritas en la clausura histórica y política determinada, de forma diagramática, por el “espectro” de la experiencia colonia”, Que nos obligan a tener una memoria y olvido de nuestra raza”.
   Este ensayo, considero que es una urgente llamada a darnos cuenta como la colonialidad del poder, la colonialidad del saber y la colonialidad de ser, crea fuertes diferencias ontológicas que nos llevan a la desigualdad y el dominio de los “racionales” contra aquellos que denominaban  “irracionales”.  Desigualdades que deben ser destruidas, para dejar a tras esa línea (imaginaria) ontológica que no permite que reconozca en el otro parte de mi yo.
   Por lo tanto, al estar conscientes de este sistema, estamos llamados a restaurar las condiciones del orden humano, donde las relaciones no se lleven a cabo de manera vertical (superioridad e inferioridad) por los conceptos de género, raza, casta, sexo. Si no,  que nos desarrollemos con un corazón y pensamiento  amplio a la diversidad que existe en todo el mundo.
   Conscientes que este sistema se ha arraigado a cada vez,  que estamos sumergido en  el, y que de u otra manera rigen el orden-mundo, debemos de ir en contra corriente y dar ese giro deconolonial  desde practicas concretas en nuestra vida diría. Hoy la publicidad, el comercio y todo el andamiaje de este sistema colonizador  nos trasmite las ideas sobre “la belleza” y lo que desde una concepción eurocéntrica es un “hombre” o es una “mujer”, “lo moderno”, “lo humano”, “lo indio”, “lo negro”, etc. Ideas que realiza clasificaciones desiguales y quien no corresponde con ello está fuera de lugar.
   A sí mismo, considero que este giro de-colonial es también es una llamada, para el supuesto “colonizado”, para que vea en él; como la configuración de un prototipo lo ha configurado en busca de crear un mundo más occidental- europeo. Que tome conciencia y reaccione también en busca luchar contra este sistema ”escéptico maniqueo misantrópico”. Y en esto, nos ayuda mucho Levinas, quien considera que  la filosofía debería ser una ética, que no ve sus primacía en el “Yo pienso, luego existo”, sino en un “Yo siento, y luego existo”, realidad que nos hace más consciente de la diferencia de lo demás, no desde una línea ontología, sino en la que el otro es parte de mí. Debemos dar un giro según Levinas donde “la filosofía no sea el amor a la sabiduría, sino donde le filosofía sea  “la sabiduría que nace del amor”.















5)    ¿Por qué es importante el autor y el texto?
   En el contexto donde nos desarrollamos a nivel  académico, social, cultural, etc. Está sumergido en una forma de pensar occidental-europeo que desvaloriza por completo el pensamiento y formas de vidas de los pueblo originarios. A sí mismo, no considera en estas diferentes manifestaciones de la humanidad, la posibilidad de nutrirse de la diferencia, sino que ve en ella una especie de inferioridad.
   Por lo cual, pienso que esta obra de Nelson Maldonado-Torres es trabajo que permite vislumbrar todo el andamiaje de este sistema opresor-dominador, que a los largo de su estructuración nos ha sumergido en esa denominada “colonización del ser”. El texto posee esa riqueza permite: Introducirnos a las formulaciones de este discurso colonial, ver el proceso desde sus ideas “modernas”  y su influencia en nuestras tierras, y sobre todo creer en un proceso o giro de-colonial que  busca el recueperar nuestra dignidad.
   También, considero que es de suma importancia  el texto ya que; es una invitación a creer también es un proceso de pensamiento latinoamericano, que uno u otra manera se nos fue quitado la libertad de expresión, la capacidad de generar pensamiento crítico, pero la obra también busca despertad nuestro deseo por conocer y generar pensamiento, todo ello, sin desvalorizar a los pueblos originarios, donde encontramos una cosmovisión del mundo maravillosa, donde podemos encontrar una sabiduría diferente a la concepción occidental pero también valiosa y nutritiva.
   A sí mismo, considero que el autor Nelson Maldonado, nos permite creer en la posibilidad de un proceso decolonial, que nos sucederá de la noche a la mañana, pero que es momento de tomar conciencia y reaccionar, entorno a estos tipo de dominación que imperan en nuestros territorios. Para promover un proceso emancipatorio, a través de una filosofía que no se limite a la concepción occidental, que busca a ser distinciones entre “seres con entes y seres sin entes”, sino una filosofía que en la diversidad  encuentre su riqueza, una filosofía que nazca no de relaciones asimétricas, sino, del diálogo, una filosofía que no nazca del egoísmos sino del compartir, una filosofía que no nazca de las cuatro forma de diferenciación humana (Género, casta, raza, y sexualidad), sino una verdadera relación con el otro, desde sus diferencias.
   Por lo tanto, Considero que Nelson Maldonado Torres, también es imagen de este proceso de diálogo entre pensamientos diferentes. Maldonado, conoce la filosofía occidental, la ha estudiado. Pero, no se cierra a este conjunto de conocimiento si no que se abre al diálogo,  para valorar el pensamiento que es propio de nuestro continente latinoamericano y a  partir de ello, crear un nuevo horizonte en la filosofía, que ve en cada ser (sin distinción alguna) un riqueza invaluable. A sí mismo, pienso que es de vital importancia ponerle mucha atención a lo que Maldonado denomina “giro decolonial”, para nosotros comenzar a ser agente de un nuevo pensamiento que no este dominado por el discurso de la colonialidad y su conceptos “modernos-europeos”.

















Referencias


Castro, G.  Y Grosfoguel, R. (2007). El giro decolonial- Reflexiones para una diversidad epistémica más allá del capitalismo global. Bogotá. Colombia.

Escuela de Artes y Ciencias. Rutgers, la Universidad Estatal de Nueva Jersey. (2015).

Flores, A. (2012). Preformación, colonialidad, sexo y raza-cuerpos sádico-masoquistas.

Maldonado-Torres, N. (2009).  E. M. Enrique Dussel, El pensamiento filosófico latinoamericano, del Caribe y "latino" (1300-2000) (pág. 977). México: siglo xxi editores.

Maldonado Torres. Sobre la colonialidad del ser: contribuciones al desarrollo de un concepto. (2009).



1 comentario:

  1. Me parece muy buen trabajo el que realizaste. Sintético, conciso, claro y coherente. Me alegro que hayas escogido y compartirnos un poco el pensamiento de Maldonado Torres.

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