Reseña: Paulo Freire, Educación
y Cambio
Descripción estructura y
argumento
Paulo Freire tenía la convicción
de poder llevar el cambio de la sociedad a partir de la educación. Crea un
modelo de educación basado en práctica del lenguaje cotidiano de las personas.
Critica fuertemente la educación de Latinoamérica , la que llamara educación bancaria. Ante una sociedad que se somete a
recibir contenidos y no crear experiencias educativas, habla de la importancia
de educador ente proceso de aprendizaje.
El objetivo de su texto Educación y Cambio es promover las características que hacen al
educador un agente necesario en el proceso de cambio social, del cambio de
visión del hombre para que se produzca la trasformación social.
El libro tiene su primera edición
en 1976, dos años después que el general Ernesto Geisel tomó control de Brasil
e inició su proceso de liberación cultural. El apoyo ofrecido por este nuevo
gobierno al cambio, impulsaría a Freire al desarrollo de este libro, en el que
se destacan los siguientes etapas: El compromiso del profesional con la sociedad,
la educación y el proceso del cambio social, el rol del trabajador social en el
proceso del cambio, la alfabetización de adultos y concientización, y virtudes
del educador en un contexto de cambio.
La primera propuesta del libro es
“El compromiso del profesional con la sociedad”. Esta se desarrolla en
identificar antes, quien tiene la capacidad de asumir un compromiso. La primera
condición para que un ser pueda ejercer un acto comprometido está en que este
sea capaz de actuar y reflexión. Es decir, es capaz interiorizar su conciencia
para darse a los otros. Los hombres que se comprometen con la realidad son los
mismos que la han creado y por ellos son los indicados para cambiarla. El
compromiso siempre es un acto solidario desde y con los hombres.
El compromiso se da para romper
con la alienación de la cultura que sufre nuestra sociedad. Los hombres
alienados sean profesionales o no, no distinguen la realidad de cada época en
la que viven. Se dedican a vivir sin protesta, puesto que no saben si quiera
que derechos tengan para sí. Son perceptibles a los cambios que hay en la superficialidad,
pero no pueden ver su interior con actitud reflexiva. El papel que juega el
compromiso del profesional es de esta manera necesario para apostar por un
cambio en la sociedad.
Habiendo planteado al profesional
como un espacio clave en el cambio, comprendemos la segunda etapa “La educación
y el proceso del cambio”. El verdadero móvil de la educación es el hombre, para
Freire “la educación por tanto, implica
una búsqueda realizada por un sujeto que es el hombre. El hombre debe ser
objeto de su propia educación”. Todo conocimiento se vuelve una ignorancia
superada cuando aprendemos algo nuevo. El amor es la actitud adecuada para
transformar la educación, quien no es capaz de educar a los seres inacabados,
no puede educar.
La educación se debe realizar con
esperanza, en las relaciones de las personas y en sus estados concretos. El que
no tiene esperanza en la educación de un campesino, es mejor que busque trabajo
en otro lugar. La educación no debe adaptar al individuo a la sociedad, más
bien la debe transformar, para ser hombre-historia. La educación monetizada de américa
latina, programaba al hombre a que no fuera creativo. Por eso cuando se
pretende adaptar al hombre se matan las posibilidades de acción, en sujeto
transformador. La educación auténtica y liberadora esta dirigida al hombre
creador.
En esta educación que proporcione
un cambio se debe mejorar la conciencia simplista para interpretar de las
personas. La fácil masificación de sus comportamientos por parte de un
gobierno. Por otro lado debe provocar un análisis profundo de los problemas de
los que son parte. Vincularlos a diálogos grupales donde puedan transmitir sus
ideas de manera abierta y libre.
La tercera etapa sobre “El rol
del trabajador social en el proceso del cambio” se desarrolla a partir de la
importancia de trabajador presente en la realidad y como este incide en la
estructura que se debe cambiar. Él ira detectando el carácter preponderante de
cambio o estabilidad en la realidad social en la cual se halla. Tiene la
oportunidad de ver las cosas que cambian y aquellas que permanecen para frenarlas
y mejorarlas. Él debe de hacer una opción, ver hacia tras y querer el cambio o
estar a favor de la permanencia, esto será fundamental.
Se sentirá como un hombre al
servicio de la liberación y de la humanización. Aunque en un primer momento por
su decisión la estructura no cambie, con el hecho de cambiar él, el cambio
llegara. Al ser parte de la realidad social tiene la tarea de concientizar a
los que trabajan con él, siendo protagonista del cambio. Todo lo anterior se
puede lograr si en definitiva este sujeto dentro de su papel social, apuesta por
el cambio y puede identificar al yo que no soy-yo que está en los otros.
Parte de la humanización de los
hombres es la cuarte etapa “Alfabetización de adultos y concientización”, para
promover sus condiciones culturales al plan de todos como iguales. El hombre
que se relaciona con la realidad y es capaz de identificar el ser del no ser,
es también capaz de traspasar el tiempo, y así alcanzar el ayer, reconocer el
hoy y descubrir el mañana. Por eso es importante escuchar la reflexión de los
que ven las transiciones de las épocas, ellos son los adultos. Mientras los
letrados pueden tener la realidad de manera reflexiva, los falto de
conocimiento lo harán desde lo sensible, he ahí por qué el amor es importante
en el cambio de la sociedad.
Con esta alfabetización se
generan las relaciones horizontales, mediante el dialogo que comunica nuestro
sentir. Ningún sujeto es más que el otro en el proceso de cambio a alcanzar. El
analfabeto aprehende críticamente la necesidad de aprender a leer y escribir.
En este caso más que nunca el educador solo es un acompañante que ayuda al
analfabeta a encontrar su propia educación. Una técnica fundamental es que el
analfabeta utilicé las palabras de su uso cotidiano, con las que podrá hablar
de política al igual que lo hace un médico. La capacitación que sede a los
educadores para atender a un grupo de analfabetas especifico será eficaz en la
medida que tenga una relación de dialogo con ellos y les comprenda.
Para terminar la última etapa del
documento se presentan las “Virtudes del educador en un contexto de cambio”,
vistas no como algo con lo que se nace sino como una forma de ser, de
comportarse y comprender que se va logrando
en la marcha. La coherencia es la primera virtud donde el discurso que
se habla también debe de ser lo que se hace por parte del educador. Además
promover la palabra en el alumno para desarrollar su reflexión y guardando silencio
para que ellos crezcan. Debe llevar al alumno a ser capaz de ver con crítica lo
subjetivo y lo objetivo en la realidad, entre conciencia y mundo, entre práctica
y teoría, entre ser social y conciencia.
El educador que ejercite la autocrítica
para sí, como forma de mejorar y hacer posible el cambio social. Promover la
participación y elección de los contenidos, practicando democracia entre los
alumnos, poniendo las pautas del cambio en sus manos de manera que se sientan
configuradores de la realidad. Por último la virtud de la esperanza dedicada a
los alumnos que sueñen con todas las posibilidades a concretarse aquí en la
tierra, sin estar esperando la llegada del cielo para hacer realidad los
cambios profundos de nuestras vidas.
Balance o Valoración del Texto
En las cinco etapas Freire
apuesta por una educación social para hacer posible el cambio. Está claro que
involucrar a todos los sectores de la vida, profesional, familiar y
gubernamental, es fundamental para alcanzar su propuesta. El poder accionar de
manera concreta estas etapas en la actualidad de Latinoamérica , sigue siendo
un obstáculo a vencer. Muchos gobiernos influenciados por las expectativas de progreso
prometidas por las transnacionales, no dejaran de un lado tan fácil la educación
para formar una sociedad alienada. Aquellos países (Brasil, Argentina, Chile, México)
de la región que se han aventurado a la realización de este modelo educativo social,
son países con un grado de economía estable donde se apuesta por la transformación
social.
Me parece que el documento tiene
su finalidad muy definida, educación y cambio, los elementos básicos que se
desarrollan en el. Establece conductas favorables para el aprendizaje como la valoración
del educador a sus educandos. Trae a colación valores auténticos fundamentales
en la sociedad como la equidad, la justicia, solidaridad. La invitación a crear
mentes abiertas, capaces de criticar y opinar su realidad, sigue siendo
importante en la actualidad. Es una
herramienta didáctica que sirva para desarrollar otras implementaciones de la educación,
para alcanzar al hombre-histórico que incide en su realidad.
Para Freire el enfoque social y
grupal desde los espacios de diálogos en las relaciones horizontales son importantes.
Me parece que descuida un tanto la individualidad del sujetos en su proceso de aprendizaje.
Cada persona tiene una forma particular de verse frente a la realidad y
responder a ella. Es muy probable que Freire tuviera contacto con la teoría constructivista
de Jean Piaget (1896-
1980) y Lev Vygotsky (1896
- 1934), pues estas se desarrollaron décadas antes de su propuesta.
En la posición constructivista,
el conocimiento no es una copia de la realidad, sino una construcción del ser
humano, esta construcción se realiza con los esquemas que la persona ya posee
(conocimientos previos), o sea con lo que ya construyó en su relación con el
medio que lo rodea. Debe proponerse un conocimiento significativo para el
sujeto, tomando en cuenta la sociedad de la que habla Freire. Pero reconociendo
ese conocimiento previo al cual él tiene acceso, para tomarlo de base y
llevarle a otro nivel de experiencia cognoscitiva. Además muchos sujetos por particularidades,
no les es grato estar con muchas personas en relación, para construir su pensamiento.
La importancia de este texto, es
la iluminación que Freire hace para Latinoamérica. Es de reconocer que está
planteado desde y para nuestra cultura. Esta cultura que crece en pequeñas
comunidades y luego se consolidan en ciudades. Un ambiente donde se hace
necesario la búsqueda de relaciones horizontales, que se pueden establecer
desde la educación. La valoración de los adultos y su humanización,
restituyendo su dignidad como ciudadano. Provoca la reacción de los
trabajadores sociales, a tener vocación en lo que desempeñan.
Si bien es un llamado a los
trabajadores de la educación, se puede ampliar a todos los profesionales
sociales (policía, diputados, presidente, etc.). El texto es tan práctico como teórico,
volviéndolo de fácil interpretación y utilización.
Este documento de Freire, es el
resultado de todo un proceso de lucha a favor de una educación dialogada, que
sería la pedagogía utilizada por él para crear mentes abiertas en la sociedad.
Una sociedad que estaba bajo el yugo de sus propios gobiernos, mediante la
educación privilegiada para unos pocos y este sector de la sociedad
privilegiada poseía ciertos beneficios, como los únicos que podían votar. Las aportaciones
sobre la alfabetización crítica emancipadora son un referente obligado en las
nuevas aproximaciones socioculturales, que Freire implemento y los pone a la
mano de quienes se interesen en profundizar su método.
Bibliografía
Freire, P. ( 2002). Educacion y cambio. BUENOS
AIRES: GALERNA .
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