lunes, 7 de noviembre de 2016

Reseña: Paulo Freire, Educación y  Cambio

Descripción estructura y argumento

Paulo Freire tenía la convicción de poder llevar el cambio de la sociedad a partir de la educación. Crea un modelo de educación basado en práctica del lenguaje cotidiano de las personas. Critica fuertemente la educación de Latinoamérica , la que llamara educación bancaria. Ante una sociedad que se somete a recibir contenidos y no crear experiencias educativas, habla de la importancia de educador ente proceso de aprendizaje.  El objetivo de su texto Educación y Cambio  es promover las características que hacen al educador un agente necesario en el proceso de cambio social, del cambio de visión del hombre para que se produzca la trasformación social.

El libro tiene su primera edición en 1976, dos años después que el general Ernesto Geisel tomó control de Brasil e inició su proceso de liberación cultural. El apoyo ofrecido por este nuevo gobierno al cambio, impulsaría a Freire al desarrollo de este libro, en el que se destacan los siguientes etapas: El compromiso del profesional con la sociedad, la educación y el proceso del cambio social, el rol del trabajador social en el proceso del cambio, la alfabetización de adultos y concientización, y virtudes del educador en un contexto de cambio.

La primera propuesta del libro es “El compromiso del profesional con la sociedad”. Esta se desarrolla en identificar antes, quien tiene la capacidad de asumir un compromiso. La primera condición para que un ser pueda ejercer un acto comprometido está en que este sea capaz de actuar y reflexión. Es decir, es capaz interiorizar su conciencia para darse a los otros. Los hombres que se comprometen con la realidad son los mismos que la han creado y por ellos son los indicados para cambiarla. El compromiso siempre es un acto solidario desde y con los hombres.

El compromiso se da para romper con la alienación de la cultura que sufre nuestra sociedad. Los hombres alienados sean profesionales o no, no distinguen la realidad de cada época en la que viven. Se dedican a vivir sin protesta, puesto que no saben si quiera que derechos tengan para sí. Son perceptibles a los cambios que hay en la superficialidad, pero no pueden ver su interior con actitud reflexiva. El papel que juega el compromiso del profesional es de esta manera necesario para apostar por un cambio en la sociedad.

Habiendo planteado al profesional como un espacio clave en el cambio, comprendemos la segunda etapa “La educación y el proceso del cambio”. El verdadero móvil de la educación es el hombre, para Freire  “la educación por tanto, implica una búsqueda realizada por un sujeto que es el hombre. El hombre debe ser objeto de su propia educación”. Todo conocimiento se vuelve una ignorancia superada cuando aprendemos algo nuevo. El amor es la actitud adecuada para transformar la educación, quien no es capaz de educar a los seres inacabados, no puede educar.

La educación se debe realizar con esperanza, en las relaciones de las personas y en sus estados concretos. El que no tiene esperanza en la educación de un campesino, es mejor que busque trabajo en otro lugar. La educación no debe adaptar al individuo a la sociedad, más bien la debe transformar, para ser hombre-historia. La educación monetizada de américa latina, programaba al hombre a que no fuera creativo. Por eso cuando se pretende adaptar al hombre se matan las posibilidades de acción, en sujeto transformador. La educación auténtica y liberadora esta dirigida al hombre creador.

En esta educación que proporcione un cambio se debe mejorar la conciencia simplista para interpretar de las personas. La fácil masificación de sus comportamientos por parte de un gobierno. Por otro lado debe provocar un análisis profundo de los problemas de los que son parte. Vincularlos a diálogos grupales donde puedan transmitir sus ideas de manera abierta y libre.

La tercera etapa sobre “El rol del trabajador social en el proceso del cambio” se desarrolla a partir de la importancia de trabajador presente en la realidad y como este incide en la estructura que se debe cambiar. Él ira detectando el carácter preponderante de cambio o estabilidad en la realidad social en la cual se halla. Tiene la oportunidad de ver las cosas que cambian y aquellas que permanecen para frenarlas y mejorarlas. Él debe de hacer una opción, ver hacia tras y querer el cambio o estar a favor de la permanencia, esto será fundamental.

Se sentirá como un hombre al servicio de la liberación y de la humanización. Aunque en un primer momento por su decisión la estructura no cambie, con el hecho de cambiar él, el cambio llegara. Al ser parte de la realidad social tiene la tarea de concientizar a los que trabajan con él, siendo protagonista del cambio. Todo lo anterior se puede lograr si en definitiva este sujeto dentro de su papel social, apuesta por el cambio y puede identificar al yo que no soy-yo que está en los otros.

Parte de la humanización de los hombres es la cuarte etapa “Alfabetización de adultos y concientización”, para promover sus condiciones culturales al plan de todos como iguales. El hombre que se relaciona con la realidad y es capaz de identificar el ser del no ser, es también capaz de traspasar el tiempo, y así alcanzar el ayer, reconocer el hoy y descubrir el mañana. Por eso es importante escuchar la reflexión de los que ven las transiciones de las épocas, ellos son los adultos. Mientras los letrados pueden tener la realidad de manera reflexiva, los falto de conocimiento lo harán desde lo sensible, he ahí por qué el amor es importante en el cambio de la sociedad.

Con esta alfabetización se generan las relaciones horizontales, mediante el dialogo que comunica nuestro sentir. Ningún sujeto es más que el otro en el proceso de cambio a alcanzar. El analfabeto aprehende críticamente la necesidad de aprender a leer y escribir. En este caso más que nunca el educador solo es un acompañante que ayuda al analfabeta a encontrar su propia educación. Una técnica fundamental es que el analfabeta utilicé las palabras de su uso cotidiano, con las que podrá hablar de política al igual que lo hace un médico. La capacitación que sede a los educadores para atender a un grupo de analfabetas especifico será eficaz en la medida que tenga una relación de dialogo con ellos y les comprenda.  

Para terminar la última etapa del documento se presentan las “Virtudes del educador en un contexto de cambio”, vistas no como algo con lo que se nace sino como una forma de ser, de comportarse y comprender que se va logrando  en la marcha. La coherencia es la primera virtud donde el discurso que se habla también debe de ser lo que se hace por parte del educador. Además promover la palabra en el alumno para desarrollar su reflexión y guardando silencio para que ellos crezcan. Debe llevar al alumno a ser capaz de ver con crítica lo subjetivo y lo objetivo en la realidad, entre conciencia y mundo, entre práctica y teoría, entre ser social y conciencia.

El educador que ejercite la autocrítica para sí, como forma de mejorar y hacer posible el cambio social. Promover la participación y elección de los contenidos, practicando democracia entre los alumnos, poniendo las pautas del cambio en sus manos de manera que se sientan configuradores de la realidad. Por último la virtud de la esperanza dedicada a los alumnos que sueñen con todas las posibilidades a concretarse aquí en la tierra, sin estar esperando la llegada del cielo para hacer realidad los cambios profundos de nuestras vidas.

Balance o Valoración del Texto

En las cinco etapas Freire apuesta por una educación social para hacer posible el cambio. Está claro que involucrar a todos los sectores de la vida, profesional, familiar y gubernamental, es fundamental para alcanzar su propuesta. El poder accionar de manera concreta estas etapas en la actualidad de Latinoamérica , sigue siendo un obstáculo a vencer. Muchos gobiernos influenciados por las expectativas de progreso prometidas por las transnacionales, no dejaran de un lado tan fácil la educación para formar una sociedad alienada. Aquellos países (Brasil, Argentina, Chile, México) de la región que se han aventurado a la realización de este modelo educativo social, son países con un grado de economía estable donde se apuesta por la transformación social.

Me parece que el documento tiene su finalidad muy definida, educación y cambio, los elementos básicos que se desarrollan en el. Establece conductas favorables para el aprendizaje como la valoración del educador a sus educandos. Trae a colación valores auténticos fundamentales en la sociedad como la equidad, la justicia, solidaridad. La invitación a crear mentes abiertas, capaces de criticar y opinar su realidad, sigue siendo importante en la actualidad.  Es una herramienta didáctica que sirva para desarrollar otras implementaciones de la educación, para alcanzar al hombre-histórico que incide en su realidad.

Para Freire el enfoque social y grupal desde los espacios de diálogos en las relaciones horizontales son importantes. Me parece que descuida un tanto la individualidad del sujetos en su proceso de aprendizaje. Cada persona tiene una forma particular de verse frente a la realidad y responder a ella. Es muy probable que Freire tuviera contacto con la teoría constructivista de Jean Piaget  (1896- 1980) y Lev Vygotsky (1896 - 1934), pues estas se desarrollaron décadas antes de su propuesta.

En la posición constructivista, el conocimiento no es una copia de la realidad, sino una construcción del ser humano, esta construcción se realiza con los esquemas que la persona ya posee (conocimientos previos), o sea con lo que ya construyó en su relación con el medio que lo rodea. Debe proponerse un conocimiento significativo para el sujeto, tomando en cuenta la sociedad de la que habla Freire. Pero reconociendo ese conocimiento previo al cual él tiene acceso, para tomarlo de base y llevarle a otro nivel de experiencia cognoscitiva. Además muchos sujetos por particularidades, no les es grato estar con muchas personas en relación, para construir su pensamiento.

La importancia de este texto, es la iluminación que Freire hace para Latinoamérica. Es de reconocer que está planteado desde y para nuestra cultura. Esta cultura que crece en pequeñas comunidades y luego se consolidan en ciudades. Un ambiente donde se hace necesario la búsqueda de relaciones horizontales, que se pueden establecer desde la educación. La valoración de los adultos y su humanización, restituyendo su dignidad como ciudadano. Provoca la reacción de los trabajadores sociales, a tener vocación en lo que desempeñan.

Si bien es un llamado a los trabajadores de la educación, se puede ampliar a todos los profesionales sociales (policía, diputados, presidente, etc.). El texto es tan práctico como teórico, volviéndolo de fácil interpretación y utilización.


Este documento de Freire, es el resultado de todo un proceso de lucha a favor de una educación dialogada, que sería la pedagogía utilizada por él para crear mentes abiertas en la sociedad. Una sociedad que estaba bajo el yugo de sus propios gobiernos, mediante la educación privilegiada para unos pocos y este sector de la sociedad privilegiada poseía ciertos beneficios, como los únicos que podían votar. Las aportaciones sobre la alfabetización crítica emancipadora son un referente obligado en las nuevas aproximaciones socioculturales, que Freire implemento y los pone a la mano de quienes se interesen en profundizar su método.

Bibliografía

Freire, P. ( 2002). Educacion y cambio. BUENOS AIRES: GALERNA .

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