jueves, 23 de octubre de 2014

¿Breve historia?

Hay situaciones en el desarrollo de la vida de la humanidad que parecen repetirse. La obtención de riqueza, posesión de tierras y bienes materiales, entre otros, han sido factores que conducen a los hombres a olvidarse de la lucha por el bien común. Digo entre otros pues, de los diversos factores que podría mencionar, son los más significativos. Y no cabe duda que todo provenga de la aspiración de poder, que ha surgido incluso en los hombres más correctos.  

Entendamos como poder a la ambición de dominio de los demás, la necesidad de tener el mayor control sobre tierras, bienes, personas y cosas. ¿Acaso el hombre, por más civilizado que parezca, está condenado a eliminarse a sí mismo? Y es que basta con echar una mirada al pasado y darse cuenta del precio que ha significado ser civilizados.

La diferencia de cosmovisiones en las diferentes culturas, en este planteamiento hablo de la cultura occidental en contraposición con la de los nativos del continente americano, nos deja claro que, el valor de la vida humana en relación con la naturaleza y todo lo que ella nos ofrece, es diferente y opuesto. En esa diferencia de valorar la vida queda evidenciado el latente peligro que corre la raza humana de exterminarse entre sí. Un exterminio que se da paso a paso, en la constante opresión de los hombres que poseen, sobre los desposeídos, en el afán de seguir acumulando.

Retomo acá que, incluso los hombres considerados como correctos, en algún momento han cedido a la desviación de intereses. Realidad que percibimos todavía en nuestros días. Muchos son vulnerables ante propuestas ideológicas que van en contra de sus propias creencias y valores. En la mayoría de los casos sucumbe su resistencia y no les importa las implicaciones del tener. Por lo que la ambición personal afecta el interés común, sin eximir el plano religioso en esto.

La lucha por el poder conlleva pérdida de vidas humanas, en cualquier perspectiva que lo veamos. Para los opresores (conquistadores, evangelizadores, colonizadores, encomenderos), alcanzar sus consignas implicó muchas muertes; muchos murieron al oponer resistencia, muchos otros porque no soportaron la opresión misma. Los oprimidos siempre aspirarán libertad y autonomía; lo que desata desde pequeños debates y luchas hasta grandes batallas y guerras.


Hoy la creciente ambivalencia rico y pobre es alarmante. Somos testigos de la devastación del ambiente en que vivimos, la agravada desaparición de los recursos naturales necesarios, y con mayor preocupación nos damos cuenta del exterminio que los hombres hacemos entre iguales. ¿Es tan breve la historia como para no instruirnos? 

1 comentario:

  1. Al leer tu comentario y analizar un poco su contexto, considero que has fundamentado de una forma crítica, certera y bastante analítica, de acuerdo a la realidad que vivimos muchos de los seres humanos: El poder del hombre. Como ya lo mencionaste en tu comentario; el hombre tiende a obtener el poder; y en la medida que obtiene el poder, se olvida del bien común, porque la ambición a los bienes y necesidades materiales; le limita a vivir en un ambiente benevolente.

    En este sentido, la obtención de poder y el aprovechamiento de los bienes, no es algo reciente; viene desde muchos siglos atrás, y a causa del poder se han formado serios conflictos, injusticias, muertes, pérdida de valores, etc.

    En diversas ocasiones, quien tiene el poder cree que lo tiene todo, y de aquí surge un autoengaño.
    Desde mi punto de vista, tu comentario lo siento bastante aceptable porque, es una realidad evidente en cada uno de nuestros países. Lamentablemente, quien vive del poder, oprime injustamente a los demás; y esto, en su mayoría es lo que afecta a la humanidad.

    Por lo tanto, Considero que es necesario, seguir analizando porque el poder lleva muchos seres humanos, a actuar de esta manera y porque no hacer buen uso de autoridad.

    Es un tema bastante amplio y de mucho razonamiento.
    Ha sido un tema bastante aceptable el que has resaltado en este comentario. Éxitos.


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