NUESTRA
AMÉRICA, CONCIENCIA HISTÓRICA
El ensayo de José Martí, escrito en 1891 es una obra que
trasciende atreves del tiempo, él aborda la problemática de su época, la lucha
por la independencia, la amenaza del imperialismo norteamericano y los
principios éticos y políticos. Los dos últimos parecen estar presentes en la
actualidad, por ejemplo la situación de los inmigrantes en los Estados Unidos. Pues
se debe tener conciencia en la búsqueda de la libertad, el anhelo por justicia
y la verdad, es decir conciencia histórica. Una de las primeras cosas que se
deben saber, es la dualidad del hombre en el siglo XIX, su naturaleza material (placer)
y su conciencia espiritual (anhelo por la libertad), que en pleno siglo XXI
sigue surgiendo crisis en Latinoamericana, para disolverla, se debe hacer, según él:
Los pueblos que no
se conocen han de darse prisa para conocerse, como quienes van a pelear juntos.
Los que se enseñan los puños, como hermanos celosos, que quieren los dos la
misma tierra, o el de casa chica, que le tiene envidia al de casa mejor, han de
encajar, de modo que sean una, las dos manos. (Martí, 1891)
Pues
se desconocen a sí mismo y la capacidad que tiene nuestra América, porque no
existe unión, pues hay un celo por el nacionalismo que no deja superar las
fronteras para el desarrollo cultural e intelectual, se sigue teniendo la mentalidad
que lo europeo es mejor que lo nuestro, y de esto ni siquiera se es consciente
del todo. A estos que no tienen fe al cambio del estado de las cosas, sigue diciendo:
Los que no tienen
fe en su tierra son hombres de siete meses. Porque les falta el valor a ellos,
se lo niegan a los demás. No les alcanza al árbol difícil el brazo canijo, el
brazo de uñas pintadas y pulsera, el brazo de Madrid o de París, y dicen que no
se puede alcanzar el árbol. (Martí, 1891)
La fe que se debe invocar es
por el no tener miedo a ser innovadores, él pone el ejemplo del vino y el
plátano, que es lo propio, pues esto ha de ser el inicio de la independencia de
Europa y Norteamérica, por el miedo que el latinoamericano se tiene a sí mismo.
Esto es el claro ejemplo de lo que dirá Hegel en su dialéctica del “amo y el
esclavo” pues es Latinoamérica el que trabaja,
pero no encuentra la libertad que tanto ha sido deseada, pero no peleada,
Martí insiste en la unidad para hacer
frente a los peligros. Para estar unidos se debe conocer la historia, y no
seguir en la ceguera de los prejuicios irracionales, sin tomar experiencia,
pues en la cotidianidad de la vida se vive arrastrado por lo que se ha hecho y
ahorrarse la preocupación por el futuro de la sociedad, sino solo se conforma
con satisfacer sus apetitos. Martí es optimista y dice: “Los hombres naturales han vencido a los letrados artificiales. El
mestizo autóctono ha vencido al criollo exótico. No hay batalla entre la
civilización y la barbarie, sino entre la falsa erudición y la naturaleza.” (Martí, 1891)
Bibliografía
Martí, J.
(1891). Nuestra América. Revista ilustrada de Nueva York.
Ver video: Latinoamericana, Calle 13
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