viernes, 14 de noviembre de 2014

NUESTRA AMÉRICA, CONCIENCIA HISTÓRICA
El ensayo de José Martí, escrito en 1891 es una obra que trasciende atreves del tiempo, él aborda la problemática de su época, la lucha por la independencia, la amenaza del imperialismo norteamericano y los principios éticos y políticos. Los dos últimos parecen estar presentes en la actualidad, por ejemplo la situación de los inmigrantes en los Estados Unidos. Pues se debe tener conciencia en la búsqueda de la libertad, el anhelo por justicia y la verdad, es decir conciencia histórica. Una de las primeras cosas que se deben saber, es la dualidad del hombre en el siglo XIX, su naturaleza material (placer) y su conciencia espiritual (anhelo por la libertad), que en pleno siglo XXI sigue surgiendo crisis en Latinoamericana, para disolverla, se debe hacer, según él:
Los pueblos que no se conocen han de darse prisa para conocerse, como quienes van a pelear juntos. Los que se enseñan los puños, como hermanos celosos, que quieren los dos la misma tierra, o el de casa chica, que le tiene envidia al de casa mejor, han de encajar, de modo que sean una, las dos manos. (Martí, 1891)

Pues se desconocen a sí mismo y la capacidad que tiene nuestra América, porque no existe unión, pues hay un celo por el nacionalismo que no deja superar las fronteras para el desarrollo cultural e intelectual, se sigue teniendo la mentalidad que lo europeo es mejor que lo nuestro, y de esto ni siquiera se es consciente del todo. A estos que no tienen fe al cambio del estado de las cosas, sigue diciendo:
Los que no tienen fe en su tierra son hombres de siete meses. Porque les falta el valor a ellos, se lo niegan a los demás. No les alcanza al árbol difícil el brazo canijo, el brazo de uñas pintadas y pulsera, el brazo de Madrid o de París, y dicen que no se puede alcanzar el árbol. (Martí, 1891)

La fe que se debe invocar es por el no tener miedo a ser innovadores, él pone el ejemplo del vino y el plátano, que es lo propio, pues esto ha de ser el inicio de la independencia de Europa y Norteamérica, por el miedo que el latinoamericano se tiene a sí mismo. Esto es el claro ejemplo de lo que dirá Hegel en su dialéctica del “amo y el esclavo” pues es Latinoamérica el que trabaja, pero no encuentra la libertad que tanto ha sido deseada, pero no peleada, Martí  insiste en la unidad para hacer frente a los peligros. Para estar unidos se debe conocer la historia, y no seguir en la ceguera de los prejuicios irracionales, sin tomar experiencia, pues en la cotidianidad de la vida se vive arrastrado por lo que se ha hecho y ahorrarse la preocupación por el futuro de la sociedad, sino solo se conforma con satisfacer sus apetitos. Martí es optimista y dice: “Los hombres naturales han vencido a los letrados artificiales. El mestizo autóctono ha vencido al criollo exótico. No hay batalla entre la civilización y la barbarie, sino entre la falsa erudición y la naturaleza.” (Martí, 1891)

Bibliografía

Martí, J. (1891). Nuestra América. Revista ilustrada de Nueva York.

Ver video: Latinoamericana, Calle 13 




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