jueves, 24 de octubre de 2013

DESARROLLO O DOMINACIÓN ACTUAL.

Los modelos de civilización y desarrollo que pretenden alcanzar los países latinoamericanos en la actualidad, son un claro reflejo de países industrializados y con gran desarrollo económico mundial como lo son China, Estados Unidos, Gran Bretaña, etc. El objetivo de nuestros países latinoamericanos es llegar también a  estos niveles que los mantengan en la lista de naciones más desarrolladas de la región. Una posición casi utópica para las naciones centroamericanas, al ver que se sigue poniendo en manos de otros países, un desarrollo ansiado desde hace muchos años. Y  se llega a pensar que no hay otra alternativa que dejarse guiar por países modelos de buena economía y desarrollo mundial.

Si nos remontamos hacia el siglo XIX, encontramos  las primicias de estos ideales de libertad y desarrollo representados en el pensamiento de Bolívar y Sarmiento. Este último tenía como objetivo alcanzar un desarrollo igual que Estados Unidos de América o países europeos como Francia, Alemania, o Inglaterra. Idealizando  a estos países como modelos de desarrollo para su natal Argentina, pero esto significaba, eliminar a la clase pobre, indocta y “bárbara” como él denominara a la gente originaria de su país.

Retomando el contexto actual, muchos países persiguen estos ideales de desarrollo y los vemos reflejados por  ejemplo en proyectos ambiciosos de canales interoceánicos, que pretenden aceptar los países centroamericanos. Con esto se tiene la esperanza de acrecentar el desarrollo económico y ser iguales a «países de primer mundo». Se dice que son proyectos ambiciosos porque hay mucho dinero de por medio. En un primer momento son las personas adineradas o de la «alta sociedad» las que están de acuerdo con estas propuestas. Los pobres o la «clase baja» son vistos como obstáculos, al ser ellos los que promueven el respeto a la ecología, la justicia, o derechos de igualdad. Aunque estos proyectos son consultados por el pueblo, como en el caso de canal de Panamá, muchas veces se imponen decisiones que evidencian la poca valorización de la voz de la mayoría de la población.

Finalmente, nuestros gobiernos muchas veces aceptan proyectos multimillonarios, sin darse cuenta que la intención de las grandes potencias no es precisamente ayudar a países menos desarrollados económicamente, sino acrecentar sus capitales económicos y buscar la  dominación política, como evidentemente lo pretende la nación norteamericana. Son proyectos millonarios que solo se pueden realizar con la ayuda de las grandes potencias y esto traerá consigo una división grave para Centroamérica porque cada país quiere su «bocado del plato» aunque esto signifique ir contra la unidad del pueblo centroamericano. Esta idea de desunión se asimila con aquella búsqueda de intereses egoístas y racistas que la sociedad burguesa sudamericana en el siglo XIX anhelaba y de la que Sarmiento era partidario.


1 comentario:

  1. El enfoque que la has dado a tu texto es muy acertado en la realidad actual, sobre todo porque el tema del desarrollo es muy vigente especialmente en nuestro subdesarrollado territorio centroamericano, donde ven el progreso en los modelos de los países europeos y norteamericanos. El modelo de “progreso” de Sarmientos era totalmente europeo tanto así consideraba eliminar los nativos americanos para cambiar por una raza totalmente europea, es así como se da la llegada de los campesinos italianos a tierras argentinas. Con lo que respecta a la postura de Simón Bolívar la considero más nacionalista, pero sobre todo antinorteamericana. Quiero detenerme en esta parte de tu texto “En un primer momento son las personas adineradas o de la «alta sociedad» las que están de acuerdo con estas propuestas. Los pobres o la «clase baja» son vistos como obstáculos, al ser ellos los que promueven el respeto a la ecología, la justicia, o derechos de igualdad.” Esta parte es fundamental en lo que Marx considero como la lucha de las clases y donde aparece reflejada la dialéctica hegeliana de siervo y esclavo, ya que es evidente la supremacía de una clase en este caso «la alta sociedad» formada por un determinado grupo que monopolizan el progreso económico y social. La «clase baja», no pueden ser eliminados pero si explotados tal como sucede en la mayoría de las grandes empresas donde se trabajan largas jornadas por un sueldo mínimo. Nuestros gobiernos aceptan los proyectos de “ayudas internacionales” teniendo clara la intención de los países que las proporcionan porque velan por sus propios intereses, aunque tengan que vender su propio país finalmente como hemos dicho en clase todos perseguimos ciertos intereses


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