jueves, 30 de agosto de 2012

La noción del corazón desde la filosofía maya y el pensamiento náhuatl


Por: Lennin Ariel González Ocampo

El conocimiento universal que se tiene de corazón  es el de un órgano principal por el cual circula la sangre. Teniendo este presupuesto, cómo es que el corazón puede ser objeto del filosofar o el pensar. En la filosofía maya,  el corazón (li o’on) sí ocupo parte importante en el desarrollo y profundidad de la misma. Desde la categoría del pensar, Miguel Hernández expone “que todas las cosas de la naturaleza tienen corazón (que les da la existencia y el valor de las categorías entre las cosas del mundo),  y que tienen como él el carácter de sujetos” (Hernández, La filosofía maya. Pág. 30) Es así como el corazón se vuelve el elemento transformador de la naturaleza. Y pasando la naturaleza a ser sujeto, obtiene sensibilidad y el pensar sobre sí mismo, y sobre las cosas del mundo. Porque cuando el sujeto piensa, afirma su existencia.

El maya ve en el corazón la expresión profunda y clara de su habla. Porque expresándose es como da cuenta de lo que es, de lo que realmente anida en su corazón. Y tales expresiones vienen a ser el modo de instruir y crecer en la vida. Por tanto, el corazón no es inerte sino tiene pensamiento y esta animado. Y el pensamiento maya es pues el medio por el cual se tiene comprensión y conocimiento de las cosas del mundo.

Ahora bien, en cuanto al pensamiento náhuatl el corazón (yòllotl) se sitúa como el sentido de fuente y aliento de vida. Y si este infunde vida quiere decir que la posee  y debe cuidarse para no perecer. Por ello Miguel León-Portilla cita un manuscrito: “¿Dónde andaba tu corazón? Por esto das corazón a cada cosa, sin rumbo lo llevas: vas destruyendo tu corazón”  (León-Portilla. El Pensamiento Náhuatl. Cantares mexicanos. Pág. 90) El corazón es vital en el pensamiento náhuatl por su relación con la vida. El corazón puede aspirar a dar significado al ser. Porque el corazón es lo más íntimo del ser.

Para los náhuatl el corazón a cambio de una piedra que es insensible y menos pensante. Contiene capacidad para recibir y capacidad para darse a los demás. A  los cristianos,  Dios les cambia el corazón de piedra por un corazón de carne. En en la Liturgia de las Horas está escrito: “y os daré un corazón nuevo, y os infundiré un espíritu nuevo; arrancare de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne” (Cántico Ez 36,24-28. Pág.1365 del diurnal). Esta frase muestra como si Dios les hubiera dado la capacidad de dar y recibir a los náhuatl al igual que a los cristianos. Por eso creo que el corazón contiene cercanía y movimiento. La cercanía en cuanto que puede comunicarse y entenderse con otro corazón. El movimiento da vida al corazón. Es así como el corazón está en contra de la lejanía y el inmovilismo.

Teniendo presentadas las nociones del corazón de la filosofía maya y el pensamiento náhuatl, llega el momento de presentar la propia noción del corazón. Presentaré mi noción a partir de dos elementos: los sentimientos y el pensamiento.

El ser humano a través de la historia ha expresado sus sentimientos,  los cuales surgen en su corazón. Pueden ser sentimientos de alegría o tristeza, pero ambos se dan de forma sensible. Los mayas también  expresaban sus sentimientos por medio del corazón. Sentimientos de agradecimiento, que van desde sacrificios de animales hasta las ofrendas de sus cosechas. Los náhuatl también expresaban sus sentimientos desde el corazón. Por medio de sentimientos de aflicción por la llegada de la muerte. También por medio de sentimientos de gozo porque los náhuatl creían que el corazón hace nacer flores de nuestra carne.

Ahora bien, el pensamiento es considerado como la actividad propia del entendimiento. El corazón en el pensamiento maya interviene en la expresión profunda y la agudeza de su habla. El corazón es además manifestación de la personalidad originaria y la dignidad del maya. En el pensamiento náhuatl el corazón comprende que debe hacer un camino para encontrar la fuente de la vida. El corazón debe acercarse al supremo dador de la vida, en él encontrará raíces verdaderas para existir y no morir.

En conclusión, el corazón contiene tanto los sentimientos como pensamiento. Es el corazón la fuente de vida del ser humano, sea este de origen maya, náhuatl o de otra descendencia. Los sentimientos como el pensamiento pertenecen al corazón.




1 comentario:

  1. Jairo Quibajà Pac:

    La noción que nos presenta Lenin sobre el corazón de la filosofía maya y el pensamiento náhuatl es muy importante de valorar. Ahora bien, entro un poco en desacuerdo a algo que dice: “que los sentimiento como el pensamiento pertenecen al corazón”. En la filosofía maya Miguel Hernández nos presenta en su texto que “Así, el pensamiento maya fue puesto por un jech-o stuk (Ser absoluto) para comprender las cosas del mundo” (pág. 30) y sigue diciendo: “que pensar es atributo de la cosa natural, y en cierta medida de nuestro albedrío… en conclusión, el maya busca liberar su existencia a través del desarrollo de sus conocimientos” (pág. 31) por lo tanto los sentimiento que si pertenecen al sentir del corazón, no se relacionan con el pensamiento. Esto debido a que El pensamiento por su parte es como nos lo indica Miguel Hernández que es un atributo de la cosa natural el pensar. Ante esta situación aclaro que pensar es algo muy propio del hombre como tal. El hombre maya como el náhuatl, aquí no es lo contario a ello. Por naturaleza tenemos esa capacidad del pensamiento-pensar. Sin embargo el corazón es entendido como parte fundamental de estas culturas. Fundamental en el sentido de que tanto pensar cono sentir (corazón) son lago muy propio del hombre. Obteniendo como resultado que pensamiento es algo muy distinto y atrevido a mí parecer el decir que pertenezca al corazón. Al contrario de los sentimientos, ya que estos son vistos desde la filosofía maya como náhuatl algo muy propio del corazón. Los sentimientos forman parte del corazón del hombre y como entendimiento de ello que se le es dado por naturaleza pertenece a la mente o a su razonamiento como tal y no al corazón.

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