viernes, 31 de agosto de 2012


EXISTO Y LUEGO PIENSO
La filosofía Maya (Miguel Hernández Díaz)
 
“No habrá gloria ni grandeza en nuestra creación y formación hasta que exista la criatura humana, el hombre formado” (Hernández, M. Filosofía Maya. Pág. 28). Me introduzco en el presente ensayo con dicha frase, pues encaja muy bien en la importancia que tiene la existencia del hombre para la naturaleza y por ende, en el transcurso de la historia. Es el hombre quien le da grandeza y gloria a la creación.

¿Está completa la naturaleza sin el hombre? ¿Existiría la naturaleza sin él? Son cuestionantes que surgen en nosotros cuando leemos textos donde nos presentan la creación de todo lo que existe. Dijo Dios: “hagamos al ser humano” (Génesis 1,26) porque es tan necesaria la existencia del hombre, es el que da sentido a las cosas; aunque toma las cosas que ya están, es él quien reconstruye el mundo dándole un valor especial a cada cosa. De ahí, que Tepeu y Gucumatz no se dieron por vencidos en la creación del hombre. Ya que, como podemos apreciar en el texto de Hernández, primero hicieron al hombre de tierra, pero no quedó bien; después de madera, pero no tenía sensibilidad para alabar al corazón del cielo (dicha concepción se conserva aún en nuestros pueblos cuando dicen: “vos tenés el corazón de palo”, cuando se refieren a alguien que no es solidario; por último, utilizaron el corazón del maíz. Éste si quedó bien, pues el maíz fue efectivo para dar inteligencia, sensibilidad y fortaleza. ¡Esta persona si tiene buen corazón! Es la frase que escuchamos con frecuencia de aquellas personas sensibles ante la realidad.

Se percibe entonces, la insaciable lucha de Tepeu y Gucumatz por lograr crear al hombre y además crearlo bien. Sabían perfectamente el papel que juega en la naturaleza; otra cosa se podía quedar sin crear, menos el hombre. Lo anterior hace vida el pensamiento de Georg Simmel, quien afirmaba: “toda existencia individual está determinada por innumerables influencias del ambiente humano”. Aquí, quisiera hacer referencia al documental que vimos con el Lic. Ernesto Loukota, el cual hablaba del mundo sin humanos. En él se mostraba cómo la naturaleza recobra su poder. Vemos un caos. Los animales domésticos se mueren, los edificios se destruyen… en fin, es un desorden. Es el hombre quien le da forma a la naturaleza.

Todo lo que se ha dicho hasta ahora, no basta para explicar la gran importancia que tenía la existencia del hombre en la filosofía maya. En este punto, cabe señalar algo muy importante: ¿De qué manera existe el hombre para los mayas?  Aquí, se podría decir, está el centro de este ensayo; pues los mayas no se referían a una existencia cualquiera cuando afirmaban: “la forma de pensar del maya actual, que consiste en existir pensando” (Hernández, M. Filosofía Maya. Pág. 29). El hombre para enfrentarse al mundo, debe antes existir. Si no existe ¿Cómo va a reflexionar sobre la vida, la naturaleza, Dios y el hombre? De igual forma, no podría hacerse las preguntas: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? Por lo tanto, si existimos pensamos.

Cuando se habla que sólo si existimos pensamos, decimos que el hombre, con todo su ser, se enfrenta a las cosas. La existencia es la que se enfrenta al mundo. Entonces nuestra materia es previa al mundo y al pensamiento. Y es con esa materia con la que el hombre se enfrenta a las cosas para desarrollar su pensamiento. Es el cuerpo el que reflexiona sobre la creación del mundo, incluidos el supra y el inframundo que son los temas abordados por la filosofía maya. De ahí que el hombre “expone su pensamiento  a partir de su existencia para darle sentido a las cosas” (Hernández, M. Filosofía Maya. pág. 29).

No comprendo el mundo si no existo. ¿Podría comprender la naturaleza otro ser que no sea el hombre? Es aquí donde quisiera recordar, si usted me lo permite mi estimado lector, una de las preguntas con las que iniciaba este ensayo: ¿Existiría la naturaleza sin el hombre? y con respecto de este punto, Hernández nos aclara en el texto que sin el hombre, la naturaleza no se podría catalogar, pues solo la podemos conocer a través del hombre. El hombre sirve como ordenador de la misma. Un ejemplo de esto es cuando el hombre nombra las cosas y lo hace por medio de su corporalidad. Se podría decir que el mundo maya no se concibe sin el cuerpo, porque es por medio del cuerpo que le encontramos sentido al mundo.

El hombre no es creado de masa cerebral, según los mayas, sino que es sacado del corazón del maíz. Y eso fue lo que le dio inteligencia, sensibilidad y fortaleza. Esto es muy importante recordarlo, porque el maya para entender al mundo utiliza dos aspectos importantes: el rostro y el corazón. El rostro, nos dice Hernández, es esa personalidad que actúa y conmueve al mundo; mientras que el corazón interviene en las expresiones profundas. Pero ambos se compaginan en la formación del ser maya.

 A modo de conclusión, podemos decir que la filosofía maya, es un tanto empirista. Me refiero a que sin los sentidos no se comprende el mundo; pero además, creen en  “un ser absoluto que mueve todas las sustancias de la vida” (Hernández, M. Pág. 31). Mientras que los empiristas confían únicamente en todo aquello que es verificable, los mayas aceptan una parte incognoscible.

Desde el momento en que decimos que la existencia del hombre es fundamental para poder enfrentarse al mundo, estamos involucrando todo su ser en el conocimiento de la verdad. El maya necesita de la experiencia, de la imagen, de la percepción… para desarrollar su pensamiento. He ahí, el motivo de destruir el hombre de madera porque no tenía sensibilidad. Al no tener sensibilidad, además de no alabar al corazón del cielo, no podría desarrollar sus pensamientos. Sin sensibilidad no se llega a una interacción plena con la naturaleza. Recordemos que el maya cohabita con el mundo, de ahí que “el pensar de las cosas es vivir en comunión con ellas” (Hernández, pág. 31). Pues todas las cosas naturales tienen corazón y el corazón da sensibilidad. Esto hace que las cosas, aunque se encuentren en diferente estado, los hace iguales en cierta medida.

 “El conocimiento es sólo una de las representaciones de la existencia” (Vasconcelos, J.). Al estilo de Vasconcelos, Hernández concluye el documento afirmando que el maya busca liberar su existencia a través del desarrollo de sus conocimientos. Y los desarrolla interactuando con los demás seres, con la naturaleza. No se da una interacción si no existe. Si existe va a compartir en comunidad que es un elemento fundamental en la filosofía maya. Ya que para los mayas los conocimientos tienen razón de existir si se brindan a la comunidad. Nuestro pensamiento puede ayudar a cambiar la humanidad. No nos quedemos callados ante tantos problemas que vive nuestra sociedad. Aprovechemos nuestra existencia para producir pensamiento y no esperemos tener una mente genial para hacerlo. Porque si la existencia es anterior al pensamiento, es el único requisito para pensar. Si existo, pienso.

3 comentarios:

  1. Excelente punto al referirte al Existo luego pienso. Juan Diego déjame decirte que coincidimos en este pensamiento ya que nos dimos cuenta de cómo el cogito ergo sum de René Descartes, entra a formar la relación como una antítesis. Pero yo me di cuenta de algo muy importante y es como este libro sagrado para los mayas es un pensamiento generado desde la existencia misma de la comunidad como ente y sólo desde esta premisa necesaria de existencia, el pensamiento es plasmado en el libro sagrado. Es por ello que estoy de acuerdo con el espectacular cierre que le diste a este ensayo porque nos pusiste a ver como si existo, pienso.

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  2. ¿La existencia asegura el pensamiento? Yo siento que la propuesta Cartesiana no responde a cronología sino al centro ontológico. Porque pienso me doy cuenta que existo. ¿Al existir me doy cuenta que pienso? Difiero en el análisis y la contraposición de Descartes.

    Estoy de acuerdo con la intuición empírica. Para mí, y según lo estudiado, la filosofía maya tiene principio natural. Eso no excluye el resto, pero si lo fundamenta. Eso es la filosofía: enfrentarse al mundo (realidad) y cuestionarse en base a ella.

    Buen lineamiento filosófico.

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  3. EXISTO Y LUEGO PIENSO
    La filosofía Maya (Miguel Hernández Díaz.

    Hablar sobre el pensamiento maya es hablar sobre lo nuestro, es decir, sobre la riqueza que nos dejaron nuestros antepasados, nuestros ancestros. La cultura, la arquitectura, la tradición. Contemplar como ellos tuvieron la capacidad de realizar su propio planteamiento sobre el cosmos, los dioses, el tiempo y el hombre, considerándolos como los puntos esenciales en el pensamiento maya; ahora bien, hablar sobre la existencia del ser humano como fue creado, tomando los escritos del autor del ensayo, el hombre no es creado de masa cerebral –como dice el escritor del ensayo-, según los mayas, sino que es sacado del corazón del maíz. Y eso fue lo que le dio inteligencia, sensibilidad y fortaleza, para que pudiera invocar la los dioses. Esto es muy importantes tenerlo presente, porque el maya para entender al mundo utiliza dos aspectos importantes: el rostro y el corazón.

    La existencia del hombre es importante en el mundo por que él es quien llegó a administrar las cosas terrenales para que tenga un orden, sin el hombre los fenómenos naturales pueden destruir todo; otro aspecto importante es que el hombre no puede contra el cosmos, y muchas veces está colaborando para destruirlo. Lemus Lemus en el ensayo que realizó plantea una pregunta, ¿Existiría la naturaleza sin el hombre? y con respecto de este punto, Hernández nos aclara en el texto que sin el hombre, la naturaleza no se podría catalogar, pues sólo la podemos conocer a través del hombre. El hombre sirve como ordenador de la misma. Muy interesante pero hay algo que no se nos debe escapar, y es que el cosmos puede existir sin el hombre.

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