LA POLÍTICA
COLONIAL
Felipe Miranda Castillo
Antes de la llegada de los españoles a
tierras americanas ya existía un modo de régimen, un ejemplo es la moral rígida
de los mexicas y que todos tenían que acatar porque si se violaban estas reglas
se rompía el orden del universo, la persona se degradaba a sí misma y podía ser
castigado con la pena de muerte. Este modo de administración supone no sólo una
concepción espiritual del mundo sino un orden legal, aunque no existiesen
reglas escritas y concretamente definidas por una ley positiva, se contaba con
criterios para juzgar cual tenía que ser el comportamiento a nivel comunitario.
Esta sabiduría poseía un conjunto de principios toltecas que eran comunicados
por medio de escuelas. Es decir, los imperios precolombinos contaban con
organización social bastante estable, incluso se puede hacer esta afirmación de
cualquier tipo de civilización americana.
A través de los escritos que se conservan es
posible señalar que las culturas americanas previas a la invasión, conquista y
dominio español tenían un pensamiento propio, una filosofía que consistía en
dar explicaciones a su vida y a sus obras, no consistía en un pensamiento antropocéntrico,
utilitarista y pragmático, sino que integraba a todo el cosmos. Sin embargo,
los invasores, por su ignorancia, consideraron este modelo de régimen como
salvaje. Los usurpadores españoles creyeron que traían un conocimiento superior
al de los habitantes las tierras recién descubiertas por ellos. Cerraron así la
oportunidad de entablar un diálogo donde se pudieran conocer otros modos de
saber y de interpretar la realidad.
Después de la cruel lucha los españoles
lograron dominar a los nativos porque sus armas eran mucho más poderosas,
triunfo el metal y se perdieron muchas vidas con ellas el imperio, el pueblo
experimentó una esclavitud demasiado cruel. Precisamente, desde este momento es
que comienza la acción política. Francisco de Vitoria sometió a un proceso crítico
el “descubrimiento” y conquista de América. Mientras que los invasores justificaron
sus acciones y por eso acudieron al papa Alejandro VI y él por medio de su
poder político y universal les donó a los reyes católicos los territorios de
las indias. La bula de la donación sirvió de aval para el manifiesto del requerimiento
español. Los poderosos conquistadores leían el documento del requerimiento y sin mediar palabras (aunque
esto era imposible porque no se entendían entre idiomas) procedían a reclamar
los territorios indígenas, mataban a los habitantes del pueblo sin razón
alguna.
Vitoria desde España se indignó y “acusó de
invasión y agresión a los conquistadores y desautorizó los argumentos
filosóficos que justificaban su política de represión.” Vitoria se inclinó a
favor de los conquistados e insinuó las nuevas directrices de la política
colonial. En primer lugar, desacreditó la donación pontificia porque afirmó que
el papa no tiene ningún poder político sobre los indios ni las tierras
americanas, el poder del papa es espiritual. Cuestionó la crueldad con la que
los españoles reclamaban las tierras, pues dice que los indígenas no sabían ni
entendían lo que le pedía los españoles. Posteriormente, defendió la hominidad
de los indígenas, porque los invasores consideraron que eran entes sin alma y
que por esta razón tenían que ser educados para salir del estado salvaje en que
estaban. Además estuvo a favor de la igualdad entre indígenas y españoles,
ambos grupos deben tener igual libertad. Vitoria afirma que los indios son
dueños legítimos de sus bienes, por esta causa tienen derecho a defenderse y
hace la guerra a los españoles. Sin embargo, Vitoria pone bajo la tutela de los
españoles a los indios para que ellos sean educados y puedan salir del estado
de barbarie.
Considero que Vitoria menospreció el
conocimiento de los indígenas por no haber tenido contacto directo con ellos,
si hubiese conocido a los “tlamatinime”
(los que saben cosas), probablemente sus opiniones hubieran sido distintas
respecto de dejar a los nativos americanos bajo la tutela española.
Por otra parte, el pueblo oprimido quería
dialogar pero esto fue imposible pues los conquistadores siempre se sintieron
superiores ante los indios. Un ejemplo es Juan Ginés de Sepúlveda que decía que
los indígenas habían nacido para obedecer a los españoles. Esto lo argumentaban
a partir de las ideas aristotélicas de que unos nacieron para gobernar y otros
para ser gobernados. Consistía en el sometimiento del hombre menos prudente al
más prudente. Era una esclavitud legal, donde el español peleaba contra el
indígena y lo vencía por lo que ganaba el derecho de tomarlos como esclavos. No
obstante, la escuela de salamanca sostuvo la tesis de que “todos los hombres
son libres por naturaleza y no esclavos.”
Los indígenas tuvieron muchos otros
defensores entre ellos los misioneros que propusieron una conquista no armada y
las reducciones para favorecer la paz y la vida de los indígenas que se veían
amenazados por los encomenderos, quienes los explotan hasta matarlos de
trabajos forzados y de hambre, pero este movimiento de las reducciones no
resultó exitoso en todos los casos.
También hubo esfuerzos por parte de los
indígenas para ser reconocidos. Uno de ellos fue Felipe Guamán Poma de Ayala
que redactó una obra que dirigió al rey Felipe III. Esta obra titulada “El Primer Nueva Corónica y Buen Gobierno”
cuenta con tres partes. La primera, narra la vida de los incas antes de la
conquista. La segunda, narra los horrores de la conquista. Y la tercera propone
una solución a los problemas de las
indias donde concluye que es mejor que le devuelvan la facultad para
administrar sus tierras y actividades políticas. Lastimosamente esta obra nunca
llegó a manos del rey.
En conclusión, la política de la colonia fue
por una parte la lucha por el reconocimiento de una cultura que se vio oprimida
por los poderosos y por otra parte, fue la justificación de unas acciones
totalmente injustas. Esto se sigue dando todavía en nuestras sociedades, al pobre
no se le escucha, más bien los poderosos son indiferentes ante el mal que
sufren. Para que nuestros pueblos puedan disfrutar de la igualdad en derechos y
libertad falta mucho sobre todo en plano de la sensibilidad, se necesita que exista una dinámica de empatía y solidaridad recíproca, solo de este modo se podrá construir una comunidad política que integre a todos.
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