martes, 10 de junio de 2014

LA «INTERCULTURALIDAD» NOS PERMITE EL DIÁLOGO CON LA DIVERSIDAD CULTURAL Y RELIGIOSA DE LA HUMANIDAD

Por: José Abac

Hace algunos días tuve la oportunidad de estar presente en la conferencia “Theologia Indorum”, recordando que este “título latino es el de una de las obras más voluminosas que escribió fray Domingo de Vico, alrededor de 1545 en K’iche’ con caracteres latinos”[1]. Dicha conferencia tenía como finalidad presentar el estudio paleográfico y de traducción de la obra “Theologia Indorum” de parte del Instituto de Lingüística e Interculturalidad, de la Universidad Rafael Landívar.  Basándome en dicha presentación, específicamente en los comentarios que fueron surgiendo, me atrevo a retomar el tema desde la visión del ≪diálogo intercultural≫. Para ello, se necesario contextualizar el planteamiento y de describirlo desde el aporte de la obra “de la inculturación a la interculturalidad” del filosofo Raúl Fornet-Betancourt.

 Se debe reconocer que la obra escrita por Fray Domingo de Vico “fue un instrumento de evangelización empleado en las Verapaces de Guatemala y su nombre puede traducirse como ≪Teología de los Indios≫”[2].  Con ello, se hace referencia al término teológico-cristiano de ≪inculturación≫. Fornet nos dice que:

en el término inculturación se resume todo un programa de renovación teológica, pastoral, litúrgica, catequética, etc. que reorienta la presencia del cristianismo en el mundo y resignifica su tradicional sentido “misionero” al exigirle entrar en diálogo con la diversidad cultural de la humanidad”.

 En la conferencia se decía que al emplear ciertos términos mayas-k’iches desde la visión teológica-cristiana iban perdiendo su verdadero sentido. De esa manera, se fue manipulando ciertas concepciones de la espiritualidad maya en pro de la inculturación. Ante este planteamiento Fornet nos dice que el programa de la inculturación “refleja todavía la lógica agresiva de la tradicional militancia misionera occidental y se presenta, en consecuencia, como un proyecto de acción interventora en las culturas en el que éstas son más objeto de transformación que sujetos en igualdad de condiciones y derechos de interacción”[3]. Esto no permite un verdadero diálogo.

Actualmente, al  mundo se le tiende a caracterizar con los valores de “la  pluralidad, la diversidad y la tolerancia de las diferencias”. Considero que un criterio que puede sintonizar  y dar respuesta a esta realidad es el «diálogo intercultural».. Reconociendo a este diálogo desde el planteamiento de  Fornet (2001), “en tanto, proceso contextual-universal de capacitación para una cultura de culturas (y religiones) en relaciones y transformaciones abiertas”[4].

Raimon Panikkar nos dirá que  la «interculturalidad» es el “imperativo de nuestro tiempo”. Considero que el primer paso  a tener en cuenta en la dinámica del diálogo intercultural es “la renuncia”. En la obra “Theologia Indorum” hizo falta este tipo de renuncia. En el siguiente párrafo Fornet nos presenta los rasgos concretos de este tipo de renuncia, que pueden acoplarse a cualquier cultura y religión en el mundo:

La interculturalidad renuncia a sacralizar los orígenes de las tradiciones culturales o religiosas; la interculturalidad renuncia a convertir las tradiciones que llamamos propias en un itinerario escrupulosamente establecido; la interculturalidad renuncia a ensanchar las «zonas de influencia» de las culturas en su correspondiente formación contextual; la interculturalidad renuncia a decantar identidades delimitando entre lo propio y lo ajeno; la interculturalidad renuncia a centrar lo que cada cultura llama propio en un centro estático; la interculturalidad renuncia a sincretizar las diferencias sobre la base de un supuesto fondo común estable y, por eso, también renuncia a la teleología de la unidad sin más. [5]

Finalmente parafraseando a Betancourt, diría que “toda religión en proceso de transformación intercultural sería una religión constructora del amor y factor de paz en el mundo”. Este tiene que ser el verdadero énfasis de toda obra teológica. Especialmente al retomar una obra histórica marcada por un contexto ≪misionero de inculturación≫, como la “Theologia Indorum”.  Estos puntos se deben seguir profundizando y retomando al momento de seguir el estudio paleográfico y de traducción de dicha obra.


[2] Ibid
[3] DE LA INCULTURACIÓN A LA INTERCULTURALIDAD. http://red.pucp.edu.pe/ridei/wp-content/uploads/biblioteca/Fournet-De_la_interculturacion_a_la_interculturalidad.pdf
[4] Ibid
[5] Ibid

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